El Celta juvenil cerró ayer la temporada con la vigésimo tercera victoria de la temporada, en un encuentro marcado por la fiesta del título que permite disputar a final de mes la Copa de Campeones.

La fiesta comenzó pronto para los jugadores vigueses, pues en el primer minuto de juego Guille abría el marcador de A Madroa, con lo que las cosas no podían ir mejor.

El Lugo quería cerrar una brillante temporada de la mejor forma posible, pero la realidad es que al no jugarse nada faltaba esa tensión que se tiene en plena temporada.

La segunda parte no mejoró lo de los primeros cuarenta y cinco minutos, y es que aunque no se quisiera, todo el mundo pensaba ya en la fase de campeones que se disputa a final de mes y nadie quería sufrir una lesión que echara por tierra todo el esfuerzo.

En el tiempo añadido, José Sobrido anotó un nuevo tanto, que cerró un partido en el que los dos entrenadores hicieron todos los cambios para premiar el esfuerzo de la temporada.