A excepción de Esquerda Unida, que se abstuvo, todos los demás grupos apoyaron la moción del PP para mejorar el acceso a la parte nueva del cementerio municipal de Rubiáns (donde la gravilla dificulta la movilidad de personas mayores, en silla de ruedas o carritos de bebés), restaurar la capilla (cuyo deterioro impide su uso) y dotar a los enterradores de acceso informático a la base de datos del Concello para saber en tiempo real si en un nicho hay espacio para un difunto. "Si un familiar muere un sábado o un domingo, hasta lunes no se puede saber si hay hueco o no y es tremendo pasar por ese momento", advirtió Rocío Llovo (PP).
El portavoz de EU, Jesús López, declaró compartir la moción salvo en el apartado de la capilla porque estaría de acuerdo con el arreglo de la edificación para darle "más usos", no solo el religioso. Tania García le aclaró que "si fuese una sinagoga o una mezquita merecería el mismo respeto" y el alcalde recalcó que "este gobierno dio muestras de estar plenamente a favor de la separación entre la iglesia y las administraciones públicas", pero que la iglesia se encuentra en un cementerio municipal y "tenemos la obligación de conservarla" porque "hay muchos vecinos de Vilagarcía que profesan la religión católica". Para darle otros usos, "habría que desacralizarla", precisó García. Un término que sorprendió en el salón de plenos.
