El asalto al chalé del constructor Jacinto Vidal en el lugar de O Rodo, en la parroquia vilanovesa de Baión, ocurrió en la noche del 3 de febrero del pasado año. El constructor y su esposa se encontraban en el salón de su casa y habían dejado abierto el portalón de la vivienda en espera de que llegase una hija con su nieta. Esa circunstancia la aprovecharon cuatro encapuchados para acceder al interior de la casa armados con cuchillos y, al menos una pistola, explicaron en su día.

Los cuatro actuaron con una frialdad extrema, maniatando y tapándo la cara al empresario y obligando a la mujer a que les mostrase todo aquello de valor que había en la vivienda. Su botín fue de más de 600 euros y varias joyas y relojes de valor que se encontraban en la vivienda.

Mientras se encontraban en el interior de la vivienda, llegaron la hija y la nieta, que fueron inmovilizadas de forma inmediata. Fueron tan solo quince minutos los que permanecieron en el interior de la vivienda, pero se convirtió en una eternidad para la familia afectada. Fue el pequeño, al que dejaron libre, el que acabó liberando a sus familiares con unas tijeras.

El suceso provocó una gran alarma social en el rural vilanovés, llegando Gonzalo Durán, alcalde de Vilanova y amigo personal del constructor, a reclamar una mayor presencia policial en el municipio para evitar este tipo de situaciones.