La memoria técnica que justifica el proyecto de restauración y limpieza del camino de Feáns explica que desde hace cientos de años este tipo de senderos que formaban parte de la red viaria de O Grove "se fueron perdiendo, siendo sustituidos por otros nuevos que dieron paso a calles y carreteras más anchas y apropiadas para la circulación de los vehículos".

La llegada del progreso y el avance de los tiempos acabaron con las entrañables "corredoiras"; aquellos caminos de carro en los que empezó a crecer la vegetación y en cuyos márgenes crecieron diferentes especies de árboles que, también es cierto, con el tiempo generaron "una riqueza paisajística y natural que cambió la fisonomía de los antiguos caminos".

De lo que se trata ahora es de rehabilitar algunos de los conocidos como "Caminos Reales" -tal y como se hizo en zonas como A Graña y Borreiros-, los cuales están "rodeados de un salientable valor ambiental" y, a juicio de la concejalía grovense de Medio Ambiente, "deben ser redescubiertos para poder acceder a fincas actualmente abandonadas y repletas de maleza y también para mantener esos caminos vivos, mediante la creación de rutas de senderismo".

Solo peatonal

En este caso concreto lo que se quiere, según consta en el proyecto presentado por el Concello, subvencionado por la Xunta y ya en ejecución, es "recuperar el antiguo Camino Real que discurre paralelo al llamado Muro de Feáns", considerado uno de los más antiguos del municipio grovense.

Con carácter exclusivamente peatonal, transita a lo largo de diferentes zonas privadas que antiguamente fueron zonas de cultivo y aprovechamiento forestal, "pero que hoy en día están abandonadas y repletas de pinos, castaños, robles y otros muchos árboles y arbustos".

Incluso hay constancia de grandes superficies destinadas a pasto, para alimentar al ganado, y hoy en día "hay gran cantidad de hectáreas que siguen catalogadas como pasto arbustivo".