Cuando el Concello de O Grove defendió la puesta en marcha del programa "Clara" por la igualdad de las mujeres, ya incidió en la importancia de la elaboración de redes artesanales en la villa.

Desde el gobierno local se explicaba que "los barcos de O Grove se dedican a una pesca del día, de forma que salen y vuelven a puerto en la misma jornada y trabajan con producto muy fresco y delicado, pescando sobre todo especies más finas, como la merluza, el lenguado o la pescadilla, por lo que se necesitan unas redes de tipo artesanal, no industrializadas".

Actividad complementaria

De este modo se dejaba constancia de que "se trata de confeccionar redes con una malla más abierta, que no produce descarte (problema que actualmente preocupa mucho a las autoridades del sector en la UE y que se produce en la flota industrializada), y respeta mucho más el medio y el producto así como las tallas más pequeñas".

Así las cosas, "la elaboración artesanal de este tipo de redes es un arte complementario al sector primario de la pesca", advertían en el Concello de O Grove.

Fue así como se propuso "crear un itinerario formativo encaminado a potenciar esta actividad, el cual podría suponer el que muchas mujeres basaran su principal fuente de ingresos en lo que hasta ahora venía siendo una actividad complementaria, de forma que se podría luchar contra la economía sumergida al tiempo que se fomenten iniciativas de empleo autónomo como podría ser la de una cooperativa, con base en una labor tradicional que proporcione una salida laboral a las mujeres en su propio pueblo, fomentando a su vez la conciliación de la vida laboral y familiar y generando riqueza en su territorio".