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Manolo García: "Esta sociedad liberal tiene un punto de abandono"

Manolo García ha firmado canciones que se han convertido en himnos generacionales. Este fin de semana, vuelve a Galicia para su "Acústico, acústico, acústico". Apenas quedan entradas

Manolo García, en un concierto reciente. // I. Collín

Esperemos que el sol acompañe a Manolo García este fin de semana, por lo menos, lo suficiente para cumplir su sueño de "pasear por una playa galega", además de deleitarse culinariamente, con motivo de sus actuaciones hoy en el Auditorio Mar de Vigo y mañana en el Palacio de la Ópera de A Coruña, a partir de las nueve de la noche. A media tarde de ayer, avisamos, casi no quedaban entradas. Esta alma lírica es dicharachera y muy crítica, además de divertida. Ha tenido la suerte de hacer realidad su vocación de músico. Ya lleva cuatro décadas con una profesión que también es una filosofía. "El oficio de músico -defiende- es muy agradecido. Un policía, una enfermera, una monja... se encuentran siempre gente sufriendo. Sin embargo, yo me encuentro a la gente de fiesta".

-Es lo mejor de su profesión, imagino.

-Lo mejor, sin duda, el estar en una posición de aportar ánimo emocional, poético...

-Pero eso depende de la personalidad del artista. Hay otros que salen al escenario con cara de asco o hartazgo.

-No, por favor... Mi caso es un caso de vocación absoluta desde una edad temprana. Yo quise desempeñar el oficio de músico, un oficio muy simpático y singular. Tú vas a la fiesta y formas parte de la fiesta. En la vida, momentos duros siempre llegan y si tú puedes aportar un momento de luz, es una suerte. Yo subo al escenario contento de reencontrarme con el público y agradecido. La gente podría optar por quedarse a dormir, ir a un millón de sitios, pero en lugar de eso, ha querido venir a mi concierto y yo tengo que poner buena cara, no fingida. No es una pose, es absolutamente real.

- ¿Tendrá una sonoridad especial el directo de Vigo y A Coruña?

-En el escenario estarán tocando siete pesonas aparte de mí en un concierto acústico. Habrá guitarra española, acústica, bandurria, laúd, acordeón, violín, viola, percusiones varias y armónica. Es mi banda habitual. La sonoridad será especial, sí, porque siempre he tocado en formato eléctrico. Es la primera vez, esta gira, en la que hago un acústico y me he encontrado con que la voz tiene otros matices. No tengo que apretar tanto la garganta para sobresalir del estruendo de la música. Así, la voz pesa más y el concierto es más dulce. Lo estoy realizando en teatros, con el público sentado; es un concierto más calmado pero no aburrido.

-¿Se encuentra cómodo en este traje acústico?

-Me encuentro muy cómodo porque el escenario te obliga a una factura lo más apretada posible a la que tienes que ceñirte. Fijate que puedes llevar 20 o 30 noches haciendo ese repertorio pero cada noche es distinta, nunca es lo mismo. Empieza el concierto y entras en un estado de éxtasis.

-Recientemente ha logrado el Ondas y el Grammy latino, ¿pesan mucho estos galardones?

-Los valoro, pero, desde que empecé, sé que la osadía de salir a un escenario requiere seriedad, de firmeza de ánimo. El público puede estar formado por 15.000, 2.000 o 35 personas, siempre hay que tomarse en serio el concierto. Hay que hacerlo bien por ética. Si pensara que me da igual todo, habría indignidad. Eso sería muy grave.

-Hablando de ética, ¿cree usted que se está perdiendo en general?

-Bueno, hay un punto a veces de abandono en esta sociedad tan liberal y materialista. A veces, vamos sabiendo de desfalcos, descontroles políticos gravísimos, y yo creo que la población tiene un mal espejo en el que mirarse. Desde que empezó la sospechosa crisis tan estrambótica y extraña, todo ha ido a peor. La vida es mucho más precaria para muchos más. Eso hace que las personas se endurezcan y bajen el listón de los principios y la ética. Evidentemente, quien tiene una conciencia firme sigue actuando con elegancia hasta en el momento más crudo. Vivimos en un mundo donde los egos campan. Las religiones han caído; parece que los dioses se han ido de vacaciones y los seres humanos piensan que hoy es hoy, aunque en realidad Dios no está de vacaciones, sabe sus planes. Por ejemplo, el Dios naturaleza nos tiene muy medidos, como nos pasemos un poquito más... nos da un estacazo.

-¿Usted sigue con atención los vaivenes de los pactos de gobierno tras las Elecciones Generales?

-Yo estoy aburrido. Desde hace tiempo, soy escéptico. He constatado, como muchos ciudadanos, que la causa social es lo que menos les importa (a los políticos). A las pruebas me remito. Ellos están más a sus intereses de partido. Eso defrauda bastante, hay mucha palabrería hueca. Ese encuentro de los cuatro candidatos en televisión fue bastante decepcionante para todo el mundo. El nivel fue bastante irrisorio; fue algo patético. Para un colegio estaría correcto; pero para personas adultas, con cargo de tantísima importancia, fue un poco estrambótico. Un tema que no se tocó es el energético, ambiental, cambio climático. Es algo capital, como el cambio social. Un estado no puede privatizarlo todo; debe dar servicios a la población. Si la sanidad es un negocio, ¿para qué pagamos impuestos?

-¿Qué echa usted de menos en el sector de la música?

-Echo de menos el respeto que se le tiene la cultura en otros países, como los del norte. No quiero que se reduzca a dos actos en televisión como la entrega de los Goya y ya está todo hecho. Hay muchas disciplinas artísticas. El entramado cultural da trabajo a miles y miles de familias, con lo cual, es riqueza para un país.

-Su peor pesadilla es...

-Quedarme en blanco.

-Si lo llamaran a las filas de la insurrección, se convertiría en halcón para...

-Me sumaría a la reivindicación tan legítima que han lanzado estudiantes de llamar a alumnos del mundo entero a plantarse delante de los políticos de todos los países para decirles cuál es realmente el problema con el cambio climático. Esa sería la causa de mi insurrección pacífica.

- ¿Está preparando material para nuevo disco?

-Sí, estoy trabajando en mi pequeño estudio; tengo nuevas ideas porque me apetece sacar nuevo disco. De momento, tengo gira hasta diciembre. La gira me consume la energía, pero cuando tengo un ratito me dedico a trabajar en el nuevo disco. Tampoco me planteo un calendario para sacarlo adelante. Yo escucho mis apuntes, mis maquetas y cuando creo que tengo cosas bonitas, cuando creo que tengo un disco global, con canciones que se suman unas a otras, voy a la grabación.

- La última pregunta se la dejo para que usted diga lo que quiera sobre lo que le apetezca.

-Los conciertos de Vigo y A Coruña los voy a dedicar a los pequeños agricultores y ganaderos de Galicia, que quieren trabajar de forma correcta con abonos... Se los dedico a ellos que quieren seguir su tarea, no quieren marcharse a las ciudades. La comida es la base de todo.

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