Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Les Luthiers: "Estamos tres viejos y tres nuevos, y aún funciona bien"

Buenas gracias y muchas noches: eso es lo que promete el célebre grupo argentino este fin de semana en Vigo con su espectáculo "Viejos hazmerreíres". El sexteto argentino atendió ayer a la prensa, y sus miembros Marcos Mundstock y Tomás Mayer Wolf charlaron con VISADO

Les Luthiers, en una imagen del estreno de "Viejos hazmerreíres". En primer término, Tomás Mayer Wolf (izquierda) y Marcos Mundstock. // José Luis Cereijido

Tras saludar al ilustrísimo señor Marcos Mundstock -ese es su tratamiento protocolario tras recibir el grupo, en 2007, la Encomienda de Número de la Orden de Isabel la Católica- y a Tomás Mayer Wolf, comento que el Celta ha nombrado entrenador a Miguel Cardoso, en un claro guiño a "Cardoso en Gulevandia", el octavo álbum de Les Luthiers -esperemos que el próximo en el banquillo de Balaídos no sea Mastropiero-. "Somos amigos del Toto Berizzo -apunta Mundstock-, hizo un paso muy lindo por Vigo, creo que lo recuerdan con cariño". Les Luthiers ya no tienen a Carlos Núñez, homónimo del gaitero vigués, que se retiró el año pasado. "Es uno de nuestros amigos de Vigo de hace muchos años, estuvo en la Argentina la semana pasada, pero no lo pudimos ver", lamentan el más veterano Luthier, de 76 años, y el más joven, Mayer Wolf, de solo 35. Podrían ser padre e hijo. Ambos lucen despejada calva, aunque niegan entre risas que haya sido por contagio. Por cierto, Mundstock es hijo de emigrantes gallegos en Argentina, si se les puede llamar gallegos a los habitantes de la Galicia de los Cárpatos, entre Ucrania y Polonia.

-Si Frank Sinatra era "La Voz" de la canción, Marcos Mundstock es "La Voz" del humor...

-Marcos Mundstock: El manejo del instrumento llamado "voz de locutor" lo tengo porque era mi oficio, pero en su momento lo hizo Daniel [Rabinovich] y ahora lo hace Martín O'Connor también. Los dos somos los conductores de la Radio Tertulia.

-¿Y qué tipo de programa de radio le hubiese gustado dirigir de no haber existido Les Luthiers?

-M.M.: Buena pregunta... No sé, yo era una especie de locutor y había un argumento o un personaje. Trabajé en Radio Clásica, y la música clásica es lo que me sigue buscando.

-¿No le han propuesto nunca ponerle su voz a un navegador? No estaría mal que el coche nos dijera "girá el auto a la derecha" con su voz...

-En algún momento me lo han propuesto, pero no tengo más tiempo para trabajar, salvo algo que me divierta muchísimo.

-Tomás Mayer Wolf: Es una buena idea.

-¿Hacen un control de calidad de sus espectáculos con amigos o familiares, comprueban antes si los chistes funcionan?

-M.M.: En los primeros años hacíamos un ensayo general con público, hasta que nos dimos cuenta de que no servía a los fines que buscábamos. Se juntaban los familiares, que estaban más nerviosos que nosotros y que no representaban al público que luego vendría a vernos. Decidimos no hacerlo, pero sí incorporamos el método de ensayar una obra nueva e intercalarla en el espectáculo que estábamos haciendo. Después sacábamos conclusiones, corregíamos o, en algunos casos milagrosos, quedaba como estaba.

-T.M.W.: Cuando se estrena una altología, que la solemos estrenar en Rosario [Argentina], la hacemos un poco más larga con algunas obras nuevas, para ver cómo funcionan.

-¿Cómo obtuvieron la nacionalidad española Daniel Rabinovich, Carlos López Puccio y usted en 2012? ¿La solicitaron o fue un regalo inesperado del Gobierno de España?

-Tenemos un romance con España desde 1974, cuando fue nuestra primera actuación en Madrid. Ya teníamos un público que se había formado escuchando casetes, pero no nos había visto actuar. Era nuestra segunda patria por la cantidad de público que teníamos. Como anécdota, en el 74 estaba la dictadura todavía, y tuvimos que enseñar el libreto a la censura. Siempre fuimos muy bien recibidos, cada vez con más gente. Recibimos la Orden de Isabel la Católica, y por eso nos dicen "ilustrísimo señor" un tanto en broma, ¡pero es que lo somos! [risas], y apareció lo de otorgarnos la ciudadanía, que no es fácil. Formamos parte de una camada de artistas argentinos que lo han recibido por el aporte que hemos hecho a la cultura española. Y, por si faltaba algo, el Princesa de Asturias, que es una de las cosas más valoradas que tenemos.

-Ahora tal vez no podrían hacer chistes sobre temas raciales, como el número de "Cartas de color"... Y de "La bella y graciosa moza marchose a lavar la ropa" [la incluyeron hasta marzo de este año] alguien podría decir ahora que hacen broma de una violación...

-M.M.: [Ríe] Nunca se nos ocurrió. Por suerte no tenemos ese estilo de burlarnos de minusválidos ni de una minoría, no porque nos cuidáramos de eso, sino porque no nos gustaban esos chistes. Nunca hemos tenido problemas.

-¿Ni siquiera ahora, que hay tantas quejas por lo "políticamente incorrecto"?

-M.M.: No nos lo dicen a nosotros. Se ha mantenido en la Radio Tertulia, que escribimos ya hace 20 años, la historia de una cieguita, y hasta ahora nadie nos protestó. Nunca hemos tenido que cambiar nada. La "Serenata intimidatoria", que estrenamos hace mucho, era sobre un energúmeno que le cantaba a una chica que no le hacía caso, y él la empezaba a amenazar. Al final, como ella seguía sin darle bola, él decía: "Lo que pasa es que es lesbiana". En nuestro entorno, incluso nuestras mujeres, empezaron a decirnos: "Uy, esto es muy fuerte...". Pero nosotros no nos reíamos de una lesbiana, sino de un bruto que amenaza porque no le hacen caso. Al final terminó siendo que ella no le daba bola porque era sorda. Tuvimos que rendirnos ante ese prurito. Pero no creo que nadie se puede ofender de que hablemos de un negro...

-Claro, pero hemos llegado a un punto en el que en EE UU y Francia, por ejemplo, hay quien considera racista que un blancose disfrace de alguien de raza negra.

-M.M.: Se han pasado de rosca.

-T.M.W.: Cada vez va a haber más gente así, lamentablemente. El límite se está moviendo, pero no creo que nadie se sienta ofendido por ninguno de los números actuales.

-Y de la final Boca-River, ¿poca broma?

-M.M.: Soy muy futbolero, pero no hincha de ningún cuadro. Hasta cierta edad era de Boca, como es Tomás.

-T.M.W.: Los dos partidos coinciden con espectáculos de Les Luthiers. El otro día [por el domingo pasado] tenían prohibido a los asistentes usar los móviles para informarnos del resultado.

-M.M.: Yo era hincha de Boca y los vi contra Chacarita, que salieron campeones en el 69. Yo veía que Chacarita jugaba más lindo que Boca y entonces mi cabeza hizo un clic. "¿Por qué quiero que gane Boca si me gusta más cómo juegan los de negro y rojo?". Y ahí cambié. No soy de ningún equipo, solo quiero que jueguen bien, que no lloren y que no pidan tarjeta para el contrario.

- ¿Cómo entran los nuevos, como Tomás Mayer, en Les Luthiers? ¿Pasan audiciones o "castings"?

-T.M.W.: Yo había trabajado con Lino Patalano, que es el agente de Les Luthiers, y buscaban dos nuevos reemplazantes, porque Martín [O'Connor] y Tato [Turano] ya actuaban de forma estable. Hice un casting, tuve que tocar el piano y cantar y hacer un monólogo. Luego tuvimos un periodo de prueba para ver cómo trabajábamos en equipo y cómo nos llevábamos con el resto, algo que no se ve en ningún casting.

- ¿Para trabajar en Les Luthiers hay que ser un tipo gracioso en la vida cotidiana?

-T.M.W.: No, yo no había hecho mucho humor antes. Las obras están escritas y uno tiene que poder representarlas, pero los chistes están hechos de buena manera.

-M.M.: Nos ha pasado a los viejos también, eso de salir y decir "acabo de asesinar un chiste". De la puerta hacia adentro, cada uno es más o menos gracioso.

- ¿Tienen la percepción de que un buen número de fans acérrimos de Les Luthiers sintieron tanto la muerte de Daniel Rabinovich que se distanciaron del grupo?

-M.M.: Sí. Hubo gente que tardó en vernos por una cuestión sentimental, como si hubiera perdido a un hermano. Por otro lado, la verificación de que el espectáculo funciona bien la tenemos cada noche. Donde el público se tiene que reír, se ríe igual que antes. Fue muy duro, pero todo funcionó.

- ¿Les Luthiers podrán ser como Los Panchos? Es decir, ¿puede sobrevivir el grupo sin ninguno de sus fundadores?

-M.M.: En teoría, con hacerlo muy bien tendría que funcionar igual. Pero nos faltarían los nostálgicos. Hemos hecho la prueba hasta el límite: ahora estamos 3 viejos y 3 nuevos, y aún funciona bien [risas].

Compartir el artículo

stats