Ben Affleck es todo lo contrario a un actor de culto. Después de protagonizar taquillazos comerciales como "Armageddon" y "Pearl Harbor", su carrera cayó en picado al tiempo que se unía sentimentalmente a Jennifer López. El intérprete y guionista que ganó el Óscar con "El indomable Will Hunting" (1997) se redimió protagonizando y dirigiendo "Argo" (2012), pero eso no ha evitado que los fans de Batman le vean con recelo como el nuevo Bruce Wayne en "Batman v Superman" (2016). "No será otro ´Daredevil´", ha prometido Affleck, el escogido por David Fincher para protagonizar "Perdida".
"Sabía que necesitaba a un tipo realmente encantador, pero que trata de solventar sus problemas sonriendo probablemente un poco demasiado", ha dicho Fincher sobre su elección de Affleck. El director de "Seven" dio instrucciones a la Fox para que no se filtrasen a la prensa demasiadas imágenes y datos sobre la película. "Creo que se disfruta de esta película si uno entra a verla sin conocimiento previo alguno", afirma. "A la gente le encanta ver una película de la que no saben el rumbo que va a tomar la siguiente escena. La gente va al cine para que la sorprendan".
Y es que, para el realizador norteamericano, que rodó videoclips para estrellas como Madonna, George Michael y Sting, lo más importante "es siempre la historia, todo es secundario a ella", incluyendo los actores y hasta el director.
Y esa historia es bien conocida, al menos en Estados Unidos. Allí, hace un par de años, fue uno de esos best-sellers cuya lectura es imposible abandonar. Gillian Flynn, autora del libro, se encargó también del guión de "Perdida". La periodista y escritora estadounidense cuenta que escribió pasajes de la novela pensando en cómo los rodaría Fincher. Y es que el argumento parece hecho a la medida del director de "Seven": nada es lo que parece. Lo que aparenta ser un matrimonio ideal se descose conforme se desvelan nuevos detalles y una trama paralela que tal vez no sea real...
Aparece un acaudalado exnovio que nunca olvidó a la mujer desaparecida: es Neil Patrick Harris, conocido por la serie "Cómo conocí a vuestra madre". Y una atractiva alumna del marido, encarnada por la explosiva modelo Emily Ratajkowski.
Para construir su atmósfera de tensión, David Fincher ha vuelto a contar con el tándem formado por Trent Reznor (Nine Inch Nails) y Atticus Ross, que ya se encargaron de la música de "La red social" -por la que ganaron el Óscar- y de "Millennium".
Parece que la apuesta por Ben Affleck le ha salido bien a David Fincher. "Perdida" lidera la taquilla norteamericana y ha convencido a la crítica. No es el único: otros directores prestigiosos como Terrence Malick y Zack Snyder han confiado en él. Si a ellos les dicen Ben, ellos dicen Affleck.
Affleck, entre dos mujeres
Rosamund Pike, la esposa
La británica Rosamund Pike da vida a Amy Dune, la esposa que desaparece el día de su quinto aniversario de boda. Su marido, Nick Dunne (Affleck), encuentra la puerta de casa entreabierta y los muebles tirados por el cuarto de estar. Pike, natural de Londres, fue chica Bond en "Muere otro día" y participó también en títulos como "Orgullo y prejuicio" y "Bienvenidos al fin del mundo". Fincher la eligió, asegura, porque buscaba "a una preciosa mujer que hubiera creado una imagen de sí misma, y también que fuera una hija única". Debía ser "guay, pero no con el aspecto de Cameron Díaz", y "alta", ya que Affleck mide 1.93. A la actriz inglesa le atrajo de su papel "la idea del matrimonio como estafa: que todos estamos vendiendo una versión de nosotros mismos".
Emily Ratajkowski, la alumna
Nacida también en Londres, la modelo Emily Ratajkowski tiene en "Perdida" su primer papel importante en el cine. Algunos la recordarán por su sensual aparición, prácticamente desnuda, en el videoclip de "Blurred lines", de Robin Thicke. Y este año fue una de las modelos debutantes en la célebre edición de trajes de baño de la revista "Sports Illustrated", que ha celebrado su 50 aniversario. La agencia Ford la fichó como modelo a los 14 años, y debido a que sus padres son artistas, ha vivido en diversos países europeos, sobre todo en Irlanda y en España. Ratajkowski había leído la novela de Gillian Flynn un año antes de conseguir el papel. "Era uno de esos libros que es imposible soltar hasta acabarlo", recuerda.
