El técnico que llevó al cielo al Barcelona

El entrenador vigués consiguió la temporada pasada con el conjunto azulgrana la Liga y la ansiada Liga de Campeones

Jonatan Giráldez es manteado por las jugadora del FC Barcelona tras ganar la Champions.

Jonatan Giráldez es manteado por las jugadora del FC Barcelona tras ganar la Champions. / Efe

La historia de Jonatan Giráldez no es la típica y tópica de un entrenador de fútbol de élite. En poco más de diez años ha pasado de recorrer las calles de Barcelona para vender cualquier cosa a ser campeón de Europa con el Barcelona y candidato al prestigioso premio de la FIFA, el ‘The Best’ que de forma incomprensible no le fue concedido después de un año perfecto. El vigués, orgulloso de su tierra aunque ha tenido que desarrollar su carrera profesional lejos de ella, inscribió su nombre en el palmarés de la Gala del Deporte de Vigo. 2023 fue un año pletórico para él. En su primera temporada al frente del Barcelona condujo al equipo azulgrana al título de Liga, se le escapó la Copa por una alineación indebida, conquistó la Supercopa y puso la guinda a una temporada brillante al hacerse con la Liga de Campeones. Y por si fuera poco su Barcelona fue la base de la selección española que en verano pasado consiguió el Mundial en Australia.

Su historia resulta curiosa. Jonatan Giráldez decidió cambiar de aires a los diecinueve años, en segundo de carrera. Pidió el traslado de expediente para seguir sus estudios en Ciencias del Deporte en Barcelona, una ciudad que consideraba perfecta para poder desarrollarse como persona y como profesional en el alto rendimiento. Tuvo suerte, porque solo aceptaron diez de las noventa solicitudes. Y dejó su Vigo natal para mudarse junto a su pareja, Olaia, con quien vive ahora en Sant Cugat del Vallès y con quien ha formado ahora una familia en su nuevo hogar.

Llegó a Barcelona con lo justo para ‘sobrevivir’ el primer mes y rápidamente se puso a buscar trabajo para pagar todos los gastos que conlleva vivir fuera de casa mientras seguía con su formación con másters y cursos. Trabajó de captador de afiliados para la Cruz Roja y la Asociación Española contra el Cáncer, también en restaurantes, en el Decathlon, el Leroy Merlin y hasta en la tienda del Barça vendiendo camisetas durante tres meses. Estaba convencido de llevar adelante su sueño y no quería que nada se lo impidiese. Seguro que pasó días malos, periodos en los que se habrá hecho muchas preguntas, pero insistió.

Hasta que apareció su ángel de la guarda, Marc Vives, uno de sus “padres profesionales”, como él lo llama. Le cambió la vida. Entró, gracias a él, a la Federación Catalana de Fútbol y allí pudo empezar a dedicarse al fútbol. Era lo que siempre había soñado. Fue preparador físico, analista, asistente... Hasta que Lluís Cortés le reclutó para empezar un nuevo proyecto en el Barça femenino. Primero, como asistente. Y luego, tras su tumultuosa salida, Markel Zubizarreta, el responsable del fútbol femenino, apostó con él para ocupar su puesto.

“Mi primer año [el equipo venía de ganar el triplete] fue impresionante a nivel de juego y resultados desde el inicio, pero nos costó llegar al final. En este último hemos estado mucho mejor, hemos ido, de forma muy progresiva, mejorando nuestra versión. Y acabamos a un nivel de forma altísimo. La selección española también ganó el Mundial y había una gran representación de jugadoras del Barça que llegaban en un gran momento”, explicaba Giráldez sobre la temporada en cuestión.

Hubo un momento clave en la temporada que marcó un antes y un después. La semifinal de la Supercopa contra el Real Madrid, el 19 de enero. El Barça había sido excluído de la Copa por alineación indebida y se encontró con la expulsión de Irene Paredes tras el descanso. “Estuvimos con una jugadora menos durante una hora y aún así ganamos. Aquel día, a nivel emocional, marcó un antes y un después, para saber que podíamos ser capaces de cualquier cosa”, confiesa el vigués. Y en la final de la Champions fue la clave para remontar un 0-2 al descanso. “Creímos que podíamos darle la vuelta, por todos los momentos que superamos durante la temporada. Era cuestión de meter un gol...”. Y el resto es historia. Jonatan Giráldez conquistó la Liga de Campeones en un año perfecto (lo hubiera sido de no cruzarse la alineación indebida en la Copa de la Reina) y no contento con ello comenzó a construir la actual temporada en la que el Barcelona camina por la misma senda. Va a ganar la Liga, tiene la Copa de la Reina cerca, ya se embolsó la Supercopa y en la Liga de Campeones está clasificado para las semifinales en las que le espera el Chelsea.No se puede descartar que el vigués repita el año de locos por segunda temporada consecutiva.

Pero en Barcelona ya se sabe que será la última. Jonatan no continuará como entrenador del Barcelona la próxima temporada. El técnico no aceptó la oferta de renovación del club y continuará su carrera lejos de Europa, concretamente en la MLS norteamericana. “Cuando te llega una oferta, pones en la balanza cosas buenas y cosas malas. La inquietud que tengo, desde el punto de vista personal y profesional de crecer, de estar más preparado en la vida, es uno de los motivos. Después de la paternidad, a nivel familiar es un cambio que nos puede venir muy bien. En un futuro lo agradeceré y pensaré que fue la decisión correcta. No estoy desgastado. Considero que tengo una relación magnífica con las jugadoras, el staff y la directiva. Estoy contento de estar aquí. Me considero un afortunado”, explicó Jonatan. Pero antes de irse tiene más historia por hacer.

Una semana clave para el vigués

Vigo (Teatro Afundación). Gran Gala del Deporte (25 aniversario)

Giráldez agradeció la distinción con un vídeo. / Marta G. Brea

La Gala del Deporte pilló a Jonatan Giráldez en uno de los momentos claves de la temporada. El técnico vigués tenía la intención de desplazase a su ciudad para recibir el premio, pero el hecho de que hoy sábado jugase el partido de ida de las semifinales de la Liga de Campeones ante el Chelsea y la escasez de conexiones directas Vigo-Barcelona le dejó sin la posibilidad de recibir en persona el galardón.

Giráldez agradeció mediante un vídeo el hecho de que el jurado de la Gala le eligiese como el mejor deportista masculino del año 2023 y prometió en el futuro estar presente en la gran fiesta del deporte vigués para compartir los éxitos de los representantes de la ciudad en tantas competiciones nacionales e internacionales. Giráldez dijo que para él “supone un orgullo que me premien y reconozcan en mi ciudad” teniendo en cuenta que hace doce años se marchó de Vigo para buscarse la vida bastante lejos. Luego fue dando pasos hasta convertirse en uno de los mejores entrenadores del mundo.