Cuando se encienden las luces, empieza el viaje. La alta cocina, convertida en espectáculo. "A cada color le hemos creado un audiovisual y a cada mundo le hemos creado su correspondiente plato con maridaje", explica Alberto Lasarte, encargado de Sinestesia. Un aperitivo en violeta con gazpacho y pétalos de rosa, y después al océano. Siguiente parada, el bosque. Toda esta tecnología ayuda a jugar con los sentidos y hacer volar la imaginación. Experiencias culinarias en las que se puede hacer de todo. Un brillante final con muy buen sabor de boca.