Uno de los centros neurálgicos de Vigo baja las pulsaciones antes de pasar a hibernar en una situación anómala e histórica que llegará hasta el 31 de mayo. El aeropuerto de Peinador cerrará mañana sus puertas a los vuelos comerciales por las obras de repavimentación de la pista de aterrizaje.

Este “cerrojazo” no solo afectará a más de 80.000 pasajeros entre turistas, empresarios y vigueses, que verán desviados a Santiago más de 700 vuelos. También cientos de trabajadores se han visto obligados a coger vacaciones, días de permiso o incluso ERTEs para una situación que, pese a anunciarse el 31 de julio, no se ha concretado al 100%.