Puede parecer que lo peor de los intensos y continuados temporales del otoño y el último invierno ha pasado ya. Pero en realidad no es así, ya que sus efectos se seguirán notando durante un tiempo, tanto tierra adentro –en la huerta de O Salnés– como en el mar.

Prueba de ello es la aparición de restos a la deriva que constituyen un serio peligro para la navegación tanto dentro como fuera de la ría de Arousa, ya que una colisión entre un barco y esos elementos puede tener nefastas consecuencias.