Si hay algo que caracteriza a los gatos es su independencia. Los felinos son las mascotas que más gozan de su libertad y a menudo, son escogidos como animal de compañía por su extrema limpieza.

A pesar de ser animales que parecen que no necesitan a nadie, también son muy sociables y cariñosos, sobre todo algunas razas. Para garantizar la felicidad y el confort de tu gato, debes saber que es fundamental que realice ciertas actividades y que tú como dueño las conozcas para poder facilitárselas.

Dormir:

Les encanta dormir y es la actividad que ocupa la mayor parte de su tiempo . El metabolismo del gato necesita todas esas horas de sueño y no hay que evitarlas ni interrumpirlas. No se lo debe molestar mientras duerme evitando, de esa manera, episodios de estrés.

Cazar:

El instinto cazador nunca se pierde y no está relacionado con el apetito o la satisfacción con la comida. Esto es parte de la esencia del gato y es muy importante respetarlo. El juego reemplaza a la cacería en el gato y debemos jugar interactivamente con juguetes que imiten a las presas.

Arañar o rascar:

Los gatos arañan por diversión, para afilar sus uñas y para marcar el territorio. Es una actividad de lo más habitual por eso, se recomienda comprar un buen rascador, para que se entretenga y no estropee ningún rincón de tu hogar. Deben estar en la zona de descanso o diversión y permitir el rascado vertical.

Tomar el sol:

Los gatos adoran el sol y el calor por lo que proporcionarles esta posibilidad es muy importante para su felicidad y su salud. En la piel hay provitaminas Ay D y los rayos ultravioletas del sol las transforman en vitaminas que, a través del lamido, hará que el animal las ingiera para beneficio de su salud.

Acariciarlo:

Los gatos aman las caricias, pero no siempre, ni todo el tiempo que uno quiera ni en cualquier parte del cuerpo. Lo mejor es respetar los tiempos de nuestro gato y circunscribir las caricias al lomo, el mentón y las orejas. El rascado es la mejor técnica, pero nunca en las patas ni en la panza.

Contemplar:

Los gatos adoran observar lo que ocurre afuera de sus casas, por lo que pueden pasar horas simplemente mirando por la ventana. Permitirlo es parte del bienestar.

Comer:

Los gatos son especialmente intensos con la comida y es allí donde son más personales. Lo mejor es acostumbrarlos a alternar el alimento seco con opciones húmedas tanto comerciales como caseras.

Las alturas:

Al gato le gustan las alturas para dormir y también para observar todo lo que ocurre a su alrededor, por seguridad y anticipo de amenazas.

Estar con su familia:

A los gatos les encanta estar con sus dueños y con el resto de los miembros de la familia. Ellos tienen distintas formas de demostrar su afecto, que quizás, por sutiles, pasen desapercibidas para muchas personas. Entenderlas es la parte clave de esta relación.