No tengo mamá. Parecerá raro ese título pero no tanto si se piensa que fue un festival celebrado en Vigo la pasada semana, un evento centrado fundamentalmente en los cómics de autoedición y la música más joven y que era una iniciativa cultural underground, surgida desde abajo, e impulsada por toda una serie de chicos jóvenes que, contra todo pronóstico, han conseguido crear un evento de éxito que ya va por su quinta edición, conocido y respetado entre todos los festivales de este tipo que se celebran en España; y por lo que se ve, también en nuestra vecina Francia. Sólo así se explica que este jueves, para calentar motores, se inaugurase en la sala alternativa Maison Ruina, una exposición de Margaux Duseineur y Antoine Marchalot. Ambos, autores galos de DB experimental, pertenecen al equipo de dirección del Fanzines Festival, el evento de autoedición más destacado de la capital francesa; y este año no han querido perderse el festival vigués. Debo decir que soy un intruso en este mundo y que la diferencia de años que me separan de quienes andan en estas instancias creativas es para mí como una losa, ellos empezando a crear, yo acabando, pero dispuse del saber del historiador y comisario de exposiciones sobre cómic y cine Asier Mensuro, y Octavio Beares, que colabora ya desde hace una década en FARO realizando estupendas crónicas musicales y fantásticos artículos sobre cómic. Y allí estaban, en esa sala de exposiciones situada en la céntrica calle Carral. Es esta una sala de reciente creación, y estaba a rebosar.
No controlo este escenario pero me dicen que en la sala se hallaba la crème de la crème de la vanguardia del cómic patrio. Entre los que juegan en casa, es decir, los autores vigueses, Begoña García-Alén, Cynthia Alfonso, Andrés Magan y Óscar Raña. Junto a ellos, otros artistas procedentes del resto de España como Ana Galvañ, Roberto Massó, Arnau Sanz, o María Medem, de la que me dicen que acaba de ganar el premio a autor revelación que otorga la Asociación Española de Criticos y Divulgadores de Cómic. Y en esta exposición que, sin duda, sorprende. Las obras de ambos autores se encuentras colgadas en la pared una tras otra componiendo un mosaico, y junto a ellas, una intervención en forma de instalación: Por un lado, los propios artistas han pintado una columna del edificio. Por otro, han situado estratégicamente en la sala una serie de peanas de colores sobre las que hay unos cuantos boles con aperitivos. Esto forma parte de la propia exposición, y son los propios Margaux y Antoine los que los han cocinado y dispuesto armoniosamente en la sala. Margaux explica que las recetas, además de estar ricas, han sido elegidas por su color, y que de este modo, la comida sea tan bella como las obras que cuelgan en la pared
Tras el verninsage llega la charla con los autores. Asier Mensuro modera y traduce la conversación del irreductible galo al castellano. Se habla de la importancia de los cómics de auto edición en el país vecino, y del proceso de creación de ambos artistas.Queda claro que esta exposición es solo la punta del iceberg de este mundo alternativo y desconocido para mí; y que realmente existe un movimiento cultural joven que, de forma totalmente independiente, saca adelante sus propuestas creativas."Entre todos estos, pueden entrar algunos de los autores más destacados de los próximos 20 años", me comentó después Asier Mensuro. Un DJ empieza a pinchar música como fin de fiesta. En Vigo, más allá de la cultura oficial, existe una cultura underground bien enraizada. Al día siguiente, la gente acude a Detrás Do Marco para el inicio del festival No tengo Mamá, donde puede conocer un poco más de este apasionante mundo. Entre las publicaciones que adquiero en los tenderetes, la de l vigués Jacobo Serrano, que trae como novedad al festival una selección de cuentos ilustrados protagonizados por un tigre, en homenaje al de William Blake. El otro autor es Brais Rodríguez, coruñés que trajo " Sombras", un cómic muy curioso en que el paso del tiempo se marca solamente por la posición del sol que, a distintas horas del día, arroja sombras bien diversas sobre los paisajes, personaje y objetos dibujados. Sonrío, recuerdo lo que me dijo Asier Mensuro el día anterior, y pienso que con un poco de suerte, he adquirido alguna joya de un futuro maestro de las viñetas.
