En Barro siguen de fiesta. Por allí no andan con medias tintas y si hay que presentar en sociedad a los diferentes equipos del club, que sea en el día grande y tirando la casa por la ventana. En esta ocasión, la ya tradicional Raxofesta fue la fecha elegida para que los más jóvenes se dieran otro baño de masas. En plena Navidad y por todo lo alto, el club del pueblo saca pecho y mira hacia el futuro con optimismo.
La entidad que preside José Sanmartín cierra un año histórico y afronta el 2019 con la máxima ilusión. Y es que en el campo de fútbol del lugar predican con el ejemplo. El club del municipio, el Barro, es el orgullo de sus paisanos. Allí los valores se transmiten de generación en generación y la esencia se mantiene intacta desde la década de los noventa. Mientras Alemania conquistaba su tercer Mundial en Italia tras derrotar en la final a Argentina, en esta parroquia pontevedresa se gestaba algo grande.
El Barro Club de Fútbol recibió el bautismo en el mes de diciembre de 1990, cuando un grupo de padres y el liderazgo de Leoncio Vicente Longa, maestro y director del CEIP Amor Ruibal, sentaron las bases de la entidad.
No obstante, la presentación en sociedad tuvo lugar meses más tarde, en septiembre de 1991, fecha en la que el Barro disputó su primer enfrentamiento oficial. El honor recayó en los chicos que daban vida a aquel equipo juvenil, única categoría que el club pontevedrés había inscrito en su primera temporada de existencia.
Para añadir un eslabón más a la cadena hubo que esperar otro ejercicio. Fue entonces cuando el Barro Club de Fútbol se estrenó con un representante en Tercera Regional, una categoría en la que todavía se mantiene el conjunto sénior desde entonces.
La evolución de la entidad también dejó cambios en las altas esferas. Así, José Manuel Eirín sucedió en el cargo presidencial al hasta entonces mecenas. Tras Eirín, por el trono del Barro pasaron Pedro Ruibal, Manuel Sanmartín, Pablo Maquieira, Vicente Cons y José Sanmartín, el mandamás en la actualidad.
Filosofía
Más de una década y media después de su nacimiento, el Barro Club de Fútbol cuenta en la actualidad con equipos en todas las categorías entre fútbol y fútbol sala y una de las señas de identidad gira en torno a la educación en valores, por lo que los resultados deportivos ocupan un segundo plano.
La filosofía no se toca. Así de claro lo tiene la junta directiva del club que preside José Sanmartín. A la hora de hablar de objetivos, en Barro cierran filas. "De cara al fútbol base no son otros que la formación de los niños y la educación en valores". "Para nosotros, que un niño que comienza la temporada acabe contento y desee comenzar la siguiente es la prueba del éxito en la planificación de la temporada", añade.
Mimos a la cantera
El club también juega un papel muy importante como sujeto dinamizador de la vida social del ayuntamiento y de su entorno organizando actividades que acogen a futbolistas y aficionados. Sirvan como ejemplos el Torneo Biberón que organiza en colaboración con la AC Terras de Curro y el Torneo Interparroquial.
