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Una isla de biodiversidad

El grupo Ecolectivo ofrece un curso desde el 23 de agosto al 1 de septiembre en el terreno donde desarrollan desde hace cinco años su proyecto, entre Sárdoma y Castrelos

Trabajando la tierra en equipo. // Cedida

La permacultura es una ciencia de diseño sostenible que pretende encontrar en la naturaleza una guía que sirva para crear una cultura resiliente, que se adapte a los cambios y sea capaz de sobrevivir y convivir en este planeta sin comprometer a generaciones futuras. Esta forma de vida atrae cada vez a más personas interesadas en re-conectar con la forma natural de hacer las cosas, trabajando a favor de la naturaleza y no en su contra. Esta es la base del grupo Ecolectivo, que lleva cinco años desarrollando un proyecto en una terreno ubicado entre las parroquias de Sárdoma y Castrelos, y que ofrece cursos para compartir su experiencia y poder generar semillas de futuras comunidades de permacultura.

El próximo curso de diseño en permacultura se imparte desde el próximo viernes 23 de agosto hasta el 1 de septiembre. El plazo de inscripción para hacerse con alguna de las plazas aún sobrantes finaliza mañana (proxectoecolectivo@gmail.com).

Los integrantes del grupo, profesionales de diferentes ramas y con experiencia en áreas diversas de la permacultura y el diseño sostenible, son los encargados de impartir esta formación que será además una experiencia comunitaria de convivencia en grupo.

Durante los diez días que dura el taller, los asistentes se acercarán a los siete pilares o pétalos necesarios para asentar las bases de ese nuevo paradigma, con especial hincapié en el manejo de la tierra, construcción y tecnologías.

Durante 82 horas lectivas, los asistentes participarán en clases teóricas, prácticas y elaborarán por grupos un trabajo de diseño. "Es importante que conozcan el espacio, que vean que toda esa información que están recibiendo se puede aplicar", comenta Iván Núñez, uno de los integrantes de Ecolectivo. Los trabajos que realizarán los asistentes al curso son la construcción de un sistema de conducción de aguas para el bosque comestible de Ecolectivo; la construcción de las paredes de su taller empleando materiales naturales como el barro, la paja o la madera y aprendiendo diferentes técnicas como la quincha, el COB o los adobes; y el diseño y construcción de un colector solar de bajo coste para abastecer dos duchas.

El contenido práctico de la experiencia se completa con la elaboración de abonos y preparados orgánicos (compost, bocashi,...) y la realización de una cama de cultivo siguiendo el método de la doble excavación.

Las clases teóricos abordan diferentes aspectos del diseño en permacultura e hidrología, agroecología, bosques comestibles, construcción natural, arquitectura bioclimática, tecnologías apropiadas, autosuficiencia energética y educación libre a través del juego.

Los asistentes vivirán una auténtica experiencia comunitaria de trabajo y charlas en grupo. Pueden pernoctar en una zona de acampada llevándose su propia tienda, disfrutarán de tres comidas y dos meriendas al día basadas en una dieta vegetariana elaborada en su mayor parte con productos orgánicos, y podrán acceder a los servicios de la finca; piscina natural, duchas construidas con materiales naturales y reciclados, biblioteca y taller.

La oferta va dirigida a todo tipo de público. Por su experiencia en anteriores cursos, Iván Núñez comenta que "no existe un perfil homogéneo de asistentes, lo cual es muy positivo; han venido desde un niño de 9 años acompañado por su madre, hasta gente de setenta, algunos con nada de experiencia en la permacultura, otros con la idea de desarrollar algo en un terreno de su propiedad,... es intergeneracional y muy variado".

En general el curso va dirigido a personas que estén buscando otra forma de hacer las cosas, más coherente y respetuosa con lo que les rodea.

El proyecto de permacultura Ecolectivo integra a un grupo de cinco personas que ronda la treintena, con diferentes profesiones y capacidades. Un carpintero especializado en bioconstrucción, una arquitecta interesada en crear espacios sostenibles, un ingeniero con experiencia en energías renovables, un jardinero y un agricultor y estudiante de Ciencias Medioambientales conforman esta comunidad que desde hace cinco años desarrolla su proyecto en una finca de 7.500 metros cuadrados ubicada a siete minutos de la Praza de España, entre las parroquias de Sárdoma y Castrelos

Este terreno es una isla de biodiversidad en medio de la ciudad. "Pretendíamos regenerar una tierra que estaba bastante degradada en un intento de fomentar la biodiversidad", relata Iván Núñez.

La zona cultivada de huerta es de unos 500 metros cuadrados y en ella cosechan tomates, pimientos, altramuces, berenjenas, judías, lechugas, habichuelas, calabacines, acelgas, pepinos y hasta flores. Consumen todo lo que cultivan, si bien el tamaño del terreno da para las necesidades de diez personas.

Ora área del terreno está ocupada por un bosque comestible, con frutales y estanques. Allí tienen frutales cono manzanos, perales y melocotoneros, y frutas como fresas, arándanos y frambuesas. Esta parte prácticamente no la tocamos: es un espacio que se autorregula; de hecho ya bajan patos a comerse los caracoles y hay presencia de garzas reales".

Evitar al máximo el consumo energético es una de las premisas con las que gestionan este espacio de permacultura. Así, disponen de un secador solar para secar la fruta, un colector solar para el agua de las duchas.

Algunos de los integrantes actuales de la comunidad tuvieron experiencia previa en talleres de tratamiento de suelos muy degradados en el desierto del Sahara y otros proceden de un grupo de construcciones en barro Moradas de la Tierra, creado en Madrid. Ninguno de ellos vive de la permacultura, y dedica su tiempo libre a este proyecto experimental.

La experiencia adquirida durante este tiempo que llevan con este proyecto les ha hecho conocidos en el entorno y ahora la Comunidad de Montes de Monte da Mina les ha encargado un proyecto para reconducir un bosque de acacias.

Según ellos mismos se definen, "Ecolectivo es un proyecto de carácter experimental enfocado en el co-aprendizaje y en la divulgación del amplio y maravilloso mundo de la permacultura". Uno de sus objetivos es la creación de una isla de biodiversidad en medio de la ciudad, un espacio que muestre que otro modo de hacer las cosas es posible. "En esta 'escuela de vida' ponemos en práctica diferentes modelos, técnicas y estrategias que permitan descubrir alternativas más sostenibles para el futuro, aprendiendo juntas a cultivar y a obtener abundante comida y recursos naturales, y experimentando con diferentes técnicas de construcción natural y tecnologías apropiadas, intentando no solo ser respetuosas con la naturaleza, sino propiciar su regeneración".

Otro de sus objetivos es organizar cursos, talleres, convivencias y voluntariados alrededor de todos estos temas, "ayudando al empoderamiento personal y colectivo, y organizar eventos como fiestas o ferias que sirvan como una alternativa de consumo y de ocio más consciente y respetuosa con la naturaleza".

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