Sale de prisión Isauro López, el empresario de Santiago que ordenó la muerte de su amante

El conocido constructor fue condenado a 28 años de cárcel en 2015 por el homicidio de Yalennys Valero, a la que conoció en Cuba y fue su pareja sentimental; y un amigo de esta en la localidad de Càlig (Castellón)

Sigue defendiendo su inocencia ante su círculo cercano y quiere relanzar su constructora

Isauro López Hidalgo, en el centro, durante el juicio por el crimen de Càlig

Isauro López Hidalgo, en el centro, durante el juicio por el crimen de Càlig / ECG

Arturo Reboyras

Isauro López Hidalgo, el empresario de Santiago que en 2005 ordenó acabar con la vida de su examante Yalennys Valero y un amigo de esta, Juan Manuel Mata, ya está en libertad. El empresario de 75 años, que fue condenado en 2015 a nada menos que 28 años de prisión por el conocido como doble crimen de Càlig (la localidad valenciana donde un grupo de sicarios contratados tirotearon a la pareja), ha obtenido el tercer grado las pasadas navidades, según ha podido saber EL CORREO GALLEGO de fuentes jurídicas. López Hidalgo, condenado por la Audiencia Provincial de Castellón, se encontraba cumpliendo pena en la cárcel de la localidad pontevedresa de A Lama por la muerte de la joven cubana con la que había mantenido una relación y su amigo; sin embargo, Instituciones Penitenciarias decidió concederle hace unos tres meses la semilibertad, justificándola en base al buen comportamiento del preso

Isauro se ha instalado en una casa en la parroquia compostelana de Roxos, tal y como indican a este periódico personas de su círculo cercano; y de vez en cuando acude al piso de la rúa Xeneral Pardiñas conocido como el domicilio de su mujer. Aunque ha obtenido el tercer grado, López Hidalgo tiene que acudir con frecuencia al juzgado para cumplir con los requisitos penitenciarios que se le han impuesto para acceder a la situación de semilibertad.

Las mismas fuentes indican que el conocido empresario estaría tratando de “retomar su vida” y más concretamente “sus negocios” en el ámbito de la construcción. Isauro López sigue manteniendo su inocencia en cuanto a los hechos que se produjeron en Càlig la noche del 11 al 12 de junio de 2005. Entre sus conocidos siempre remarca que “él en ningún momento ha ordenado la muerte de las dos víctimas; y que lo único que pidió fue que se le diera un susto a la mujer con la que había estado”. 

Una historia que todavía resuena en Compostela

La de Isauro López es una historia que todavía resuena en la capital gallega, donde hace casi veinte años era un empresario muy conocido por sus negocios de construcción en el extranjero, sobre todo en Cuba, donde conoció a la joven que sería su amante y que trajo a España.  

Por el doble crimen de Càlig también fue condenado a 30 años de prisión Manuel Antonio Mas, como el mediador que contrató a los sicarios que mataron a la pareja. Los dos acusados fueron declarados culpables por un jurado popular que emitió su veredicto en noviembre de 2015. El magistrado presidente del tribunal impuso 28 años de prisión a López como autor por inducción de dos delitos de homicidio —no pudo calificarse como asesinato por el tipo de autoría— mientras que al otro acusado le condenó a 30 años de cárcel como cooperador necesario de dos delitos de asesinato.

La sentencia de la Audiencia Provincial de Castellón, que fue ratificada por el Tribunal Superior de la Comunidad Valencia y también por el Tribunal Supremo en 2016, consideraba probado que Isauro López conoció a Yalennys Valero cuando ésta rayaba la mayoría de edad en Cuba e inició una relación con ella, fuera del matrimonio de él, hasta el punto de traerla a España a finales de 1998, donde el empresario le facilitó un piso, un coche y un puesto de trabajo en una de sus empresas para regularizar su residencia. Además, le abrió una cuenta bancaria con una cuantía inicial de casi 7.000 euros, donde le ingresaba dinero periódicamente.

A partir de ahí, el empresario compostelano empezó a viajar con frecuencia a Benicarló (Castellón), donde vivía la joven, con la que efectuó diversos viajes y facilitó la llegada a España de la madre y de una de las hermanas de Yalennys.

Yalennys y su hermana empezaron a vivir juntas en 2004, fecha a partir de la cual el empresario empezó a ejercer, siempre según la sentencia, un fuerte control sobre ambas, incluidas sus salidas de casa y sus amistades, y llegó a amenazar a chicos que se relacionaban con la víctima. A raíz de dicho control, Yalennys comunicó a López Hidalgo su voluntad de terminar la relación, aunque éste la convenció para que fuese a Italia unos días a ver a una hermana y recapacitase. Una vez en Italia, la joven dejó una carta a su hermana en la que indicaba que si le sucedía algo en el futuro, el único culpable sería el empresario.

Tras regresar de Italia, Yalennys continuó la relación con Isauro por el temor que sentía hasta que a principios de 2005 le comunicó su decisión de romper definitivamente. El empresario, “despechado y enfurecido”, decidió acabar con la vida de las dos hermanas, para lo que contactó con Manuel Antonio Mas y le encargó que, a cambio de dinero, procediera a la ejecución de las hermanas.

Para realizar dicho encargo, Mas contactó con una tercera persona, ya condenada por estos hechos, y, tras unos meses de vigilancia sobre las hermanas y su vivienda de Càlig, la noche del 11 al 12 de junio de 2005, el sicario Emilio Pérez Ribera, junto con otra u otras personas no identificadas, accedió al domicilio de las jóvenes para esperarlas. Hacia las 05.00 horas y tras sufrir un accidente de tráfico, llegó a su vivienda Yalennys acompañada de su amigo Juan Manuel Mata, los cuales fueron atados de pies y manos por el autor material del crimen y sus acompañantes, que les mataron tras dispararles en la cabeza

Isauro López utilizó su último turno de palabra durante el juicio en la Audiencia Provincial de Castellón para pedir perdón a su familia, a sus hijas y “especialmente” a su mujer por “el daño y el sufrimiento causado por todo lo que escucharon en este proceso”. Y manifestó que “ellos saben que no participé y que soy ajeno a todo esto”. Acusado de ser el inductor de los asesinatos de Yelennys Valero y Juan Manuel Mata, el empresario reiteró su inocencia.

Un sicario que cobró 34.000 euros y huyó a República Checa

Se estima en 34.000 euros la cantidad que pudo haber cobrado Emilio Pérez Ribera por matar a la joven Yalennis Valero y su amigo Juan Manuel Mata el 12 de junio de 2005 en la casa de la víctima en la localidad castellonense de Càlig. Se trata del sicario contratado por Isauro López, que en 2008 fue condenado a 44 años de prisión después de que el jurado popular le declarara culpable del doble crimen. El caso se reabriría con posterioridad para procesar al empresario compostelano y a Manuel Mas, quien intermedió en la contratación.

Pérez Ribera fue condenado a 22 años de prisión por un delito de allanamiento de morada y otros 22 por los dos delitos de asesinato; y a pagar 200.000 euros a los padres de las víctimas y otros 50.000 euros a las hermanas de Yalennis Valero.

El jurado popular que juzgó el primer procesamiento del conocido como caso de Càlig consideró probado que Emilio Pérez Ribera actuó “según un plan previamente concertado y en conjunción con otras personas no identificadas, que se dirigieron al domicilio que las hermanas Yalennis y Yairet Valero compartían” y “les dispararon a las víctimas con un arma de fuego en la cabeza, provocándoles la muerte”.

Tres de las pruebas que el jurado consideró como fundamentales para condenar a Pérez Ribera fueron las dos colillas halladas en el desagüe del fregadero del chalé donde se cometieron los asesinatos y que contenían ADN del acusado, su huida a la República Checa un día después de que la Guardia Civil le tomara muestras biológicas y los ingresos de dinero que no fue capaz de justificar y que constituyó el “precio o recompensa” por el crimen de ambos jóvenes. El dinero que el condenado no pudo justificar fueron 34.000 euros, de los que 14.000 euros fueron ingresados en una oficina de Caixa Galicia.