Un hombre, natural de Barcelona y sin antecedentes penales previos, ha sido condenado a 12 años y cuatro meses de prisión por delitos agravados de pornografía infantil respecto de sus propios hijos. El adulto grabó numerosos vídeos e hizo fotografías de los dos niños menores de edad completamente desnudos, de claro contenido sexual, haciendo zoom a sus genitales, y los almacenó en distintos dispositivos electrónicos de su domicilio. Algunos de esos vídeos se tomaron durante las vacaciones del progenitor y las víctimas en distintos emplazamientos de Castellón.
La sentencia
Según ha declarado probado la Audiencia Provincial de Barcelona -y han ratificado el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña y el Tribunal Supremo- el hombre realizó grabaciones "con clara finalidad sexual" durante los años 2014, 2015 y 2017 mientras se encontraba al cuidado de los niños.
El condenado estaba divorciado de la madre de las víctimas y tenía establecido un régimen de visitas en fines de semana alternos y uno o dos días intrasemanales.
En algunas de las grabaciones tomadas en la provincia, el hombre grabó a los dos menores orinando en un hotel de la capital de la Plana, enfocando a las partes íntimas de estos y diciéndoles que no se taparan los genitales.
En otras ocasiones, el padre graba a los menores mientras defecan y graba incluso las heces, además de decirle al niño que bese a su hermana en la boca.
Todas estas imágenes fueron tomadas con diversos dispositivos, como un iPhone o dos iPad, y almacenadas en discos duros o diferentes memorias USB.
La justicia ha declarado probado que el adulto elaboró pornografía infantil y le ha impuesto, además de la cita pena de cárcel, le ha quitado la patria potestad por tiempo de tres años. Asimismo, le prohibe cualquier tipo de actividad que requiera contacto con menores de edad por tiempo de nueve años y un mes.
Otras medidas que deberá cumplir
Una vez cumpla la pena de cárcel, estará en régimen de libertad vigilada 8 años.
En el apartado de la responsabilidad civil, deberá indemnizar a cada uno de sus hijos en la cantidad de 1.500 euros.
El progenitor ha sido absuelto de los delitos de abusos sexuales continuados y de maltrato habitual por los que también había sido acusado.
La justicia ha ordenado la destrucción de los archivos sexuales grabados por el padre, quien ha recurrido hasta en dos ocasiones su condena. Sin embargo, los tribunales han recalcado que "no se trata de simples desnudos, sino de grabaciones que se centran de forma reiterada en los genitales de los dos menores".
