Un ataque sexual presuntamente ocurrido a plena luz del día y que no se llegó a consumar por la fuerte resistencia y la reiterada oposición mostrada por la víctima. Ocurrió hace algo más de un año en las proximidades del paseo de A Guía, en la parroquia viguesa de Teis. Y finalizada la instrucción judicial, la causa ya fue elevada a la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, donde se celebrará el juicio. El fiscal presentó su escrito de acusación contra el presunto agresor, un joven colombiano de 20 años. Y la condena que solicita para él es la de 4 años de cárcel y el pago de una multa de 720 euros al atribuirle la supuesta autoría de un delito de violación en grado de tentativa y otro leve de lesiones, con la circunstancia atenuante de alteración psíquica. En concepto de responsabilidad civil, por las heridas que sufrió la mujer y los daños morales, pide que la indemnice con cuantías que suman 9.525 euros.
Ocurrió el 20 de febrero de 2018, poco antes de la una y media del mediodía. La mujer estaba sentada cerca del Club de Remo "Virxe da Guía", en el Paseo de A Guía. El joven se acercó allí, se sentó a su lado y supuestamente se desabrochó el pantalón, bajándose esta prenda y la ropa interior. Presuntamente, agarró con fuerza de la cabeza a la mujer para forzarla, lo que dio lugar a un forcejeo entre ambos. La gran resistencia ofrecida por la víctima fue clave. "El procesado no logró su objetivo debido a la resistencia y firme y reiterada oposición" de la víctima, concreta la Fiscalía. Pero antes de abandonar el lugar, el acusado la empujó. El objetivo, según un auto judicial que consta en la causa cuya investigación recayó en el Juzgado de Instrucción 3 de Vigo, era "hacerla caer por las escaleras", algo que no logró.
Atenuante
Debido al ataque, además de ansiedad, la víctima sufrió erosiones en un brazo y un hematoma en la espalda, así como dolor a nivel cervical, por los que precisó asistencia médica. En cuanto al procesado, el Ministerio Público le aplica una atenuante al argumentar que tiene una merma en su capacidad intelectual que disminuye de forma "leve" sus capacidades intelectivas y volitivas. El joven fue detenido ese mismo día debido a la rápida actuación de la Policía Local, a la que la mujer pidió ayuda llamando desde su teléfono móvil. Una vez en el lugar y con una descripción detallada del chico, los agentes lo localizaron en las proximidades, en la bajada a la playa de la Punta.
Tras su arresto y el pase a disposición judicial, la magistrada instructora decretó prisión provisional sin fianza. Ingresó dos días después de los hechos, el 22 de febrero, pero la medida quedó sin efecto pasadas varias semanas, el 13 de marzo, en virtud de un auto de la Audiencia viguesa, al concluir que no existía riesgo de fuga ni peligro evidente de reiteración delictiva. Los magistrados acogieron el recurso presentado por la defensa del joven. La sala argumentó que carece de antecedentes policiales y judiciales, dispone de un contexto familiar que pueda controlarlo y que el tiempo que estuvo en la cárcel implicaría un "mensaje de disuasión" para este tipo de conductas.
