Todo el clan ourensano de "Los Madriles" -padre, madre y 4 hijos- están investigados tras la liberación de una joven que sufrió un cautiverio de casi un mes en su casa, así como violaciones, humillaciones y malos tratos por parte de Javier G. J., de 40 años. El juez lo encarceló ayer por agresión sexual, lesiones y detención ilegal. Pero además tómo declaración en calidad de investigados, como presuntos colaboradores necesarios del rapto, a sus progenitores Ana y Luis, así como a sus hermanos Ángel, José Luis alias Charly y Alberto. Este último, que fue pareja de la víctima hace años, es el único que no fue interrogado porque no se presentó. Según la joven, los familiares del presunto violador hacían las vigilancias y nunca la dejaban sola.

Javier G. J., detenido a primera hora del domingo en un espectacular despliegue de policías de élite del GOES, que entraron con todo por temor a que estuviera armado, alega que las relaciones fueron consentidas. Pero la víctima se ratificó en su versión de que estuvo encerrada contra su voluntad durante casi un mes, agredida sexualmente, vejada y maltratada. Javier G. J., de 40 años alegó que las relaciones fueron consentidas.

La familia por su partesalió en su defensa. Ana J., la madre, niega que la mujer estuviera retenida o que fuera violada, y afirma que su hijo la ayudó y le ofrecio su casa cuando le dijo que tenía miedo de su anterior pareja. La víctima presenta lesiones. Según la progenitora, se deben a que sufrió una caída de un caballo, aunque Ana J. también reconoce que en ocasiones se pegaron. La matriarca dijo a la prensa a la puerta del juzgado que su hijo se encontró a la víctima "viviendo en la calle" y que ambos estuvieron "haciendo vida marital" en un hotel del barrio de O Couto.