El juicio contra Sergio Morate por el presunto asesinato el 6 de agosto de 2015 de su expareja Marina Okarinska y de la amiga de ésta, Laura del Hoyo, continuó ayer en la Audiencia de Cuenca. Uno de los testigos que declaró fue Alexander E., amigo del acusado que en agosto de 2015 cumplía condena por drogas y que conoció al procesado en prisión. Este hombre relató que el día de la desaparición de las chicas empezó a disfrutar de un permiso penitenciario y llegó a ir a casa del presunto asesino. Morate, contó, le llegó a decir: "La he liado gorda. La he cagado". El acusado afronta 48 años de cárcel.

También testificó el inspector jefe de la Brigada de la Policía Judicial de Cuenca, que dio detalles de la confesión que Morate hizo de los asesinatos a su llegada a España tras su extradición desde Rumanía. "Lo de Laura lo sentía, pero con Marina tenía obsesión", dijo. Mientras, Alina, la hermana de Marina Okarynska, mostró ante los periodistas su indignación por la "cobardía" del acusado, al no haber querido declarar en la vista y resguardarse -dijo- bajo la capucha de su chándal.