Las obras de ampliación del puente de Rande se cobraron ayer su primera víctima mortal. Un trabajador de 54 años de edad, Nicolás González Casanova, natural de Canarias pero que en la actualidad vivía en Vigo, falleció ayer al precipitarse desde una altura de cinco metros cuando instalaba vallas de seguridad sobre una plataforma de bloques de piedra, una zona donde se está levantando un dique de contención. El operario trabajaba para el Grupo SYO, una de la veintena de subcontratas que participan en el proyecto. La CIG, que hace apenas dos semanas realizó una protesta en Rande para denunciar las condiciones laborales en las que se trabaja en esta infraestructura con jornadas de "hasta 12 horas" sin respetarse ni festivos ni domingos, señaló que el fallecido no llevaba arnés de seguridad.

La alerta se recibía a las 15.50 horas. El siniestro ocurrió bajo el puente, al lado del mar, lugar donde según señaló el sindicato por la información facilitada por los trabajadores se está levantando un dique de piedra sobre el que se va a construir un muro. Se trata de una zona próxima a la rotonda para ir hacia O Morrazo o Vilaboa, en un punto ya en sentido hacia este último municipio. La víctima cayó por un talud de cinco metros y los primeros indicios apuntan a que la causa de la muerte fue un golpe fatal que recibió en la cabeza. Hasta allí, concretó el 112, acudió el 061, Guardia Civil y bomberos de O Morrazo.

Estos últimos efectivos, una vez recibieron la autorización de los agentes de la Policía Judicial del Instituto Armado y de la comisión judicial, se encargaron de rescatar el cadáver. Con el apoyo de una grúa para contar con un punto superior de anclaje, dos bomberos bajaron con una camilla ayudados por unas cuerdas -otro efectivo les apoyaba desde arriba- y subieron el cuerpo a un lugar seguro. El levantamiento del cadáver fue en torno a las 19.30 horas.

Se da la circunstancia que el pasado 20 de junio unos 150 delegados de la CIG se concentraron en uno de los carriles del puente de la AP-9 en Rande para denunciar la "explotación laboral" en las obras. Ayer, el sindicato afirmaba que según reiteraban operarios compañeros del fallecido, a la "falta de seguridad" hay que sumarle "el exceso de trabajo". "Cuando hay carga de trabajo hacemos hasta 12 horas seguidas casi sin parar, incluso comiendo un bocadillo en la obra, y trabajamos sábados, domingos y festivos, y todo por 7 euros la hora. Y si te niegas te mandan a casa", refiere sobre el testimonio de los obreros la central sindical en un comunicado. Los trabajos se desarrollan incluso de madrugada.

Xoán Xosé Melón, secretario nacional de CIG-Construcción, lamentó lo paradójico de que el operario falleciese cuando colocaba vallas de seguridad para evitar precisamente estas caídas. A las jornadas maratonianas de los trabajadores, suma el intenso calor de los últimos días. "Esta es la crónica de un accidente anunciado", afirmó. Hace poco otro operario perdió la falange de un dedo de una mano en otro siniestro.

La UTE está integrada por Dragados y Puentes y Calzadas. El fallecido trabajaba para una subcontrata. El BNG reiteró ayer su demanda a la Xunta para que garantice que se cumpla la seguridad laboral.