El teléfono móvil de Tomás Milia Méndez, el farmacéutico ourensano asesinado en 2013, dio señal en una aplicación de búsqueda que el viudo había instalado. Ese hecho llevó al juez a decretar el secreto de sumario para aclarar el misterio. Las pesquisas no arrojaron resultado. El terminal no apareció y no fue posible averiguar si alguien lo había encendido. Alexandru Marius Luca está acusado de acuchillarlo tras discutir por el precio de una relación sexual.