Tiene 4 años, se llama Lionel y ya sabe que, cuando hay una emergencia, debe llamar a los bomberos. Lo aprendió por la mañana, en una visita al parque de A Grela de A Coruña, en la que le enseñaron una canción que se le quedó grabada, con el 080 como estribillo. Horas después tuvo la oportunidad de llamar a ese número ante una emergencia real: su madre se había quedado encerrada en la cocina de la vivienda.

Pasado el apuro, su madre, Cintia López, lo cuenta como una anécdota "bonita" y "emocionante". "Eran las siete y algo de la tarde y él me pidió un bocadillo y fui a la cocina para hacerlo, él se fue y cerró la puerta con un golpe, pero no porque estuviese enfadado, porque se le escapó, y se fue al salón", relata. El problema vino cuando quiso salir. La puerta no abría. "Él me decía: Mamá, llama a los bomberos, y yo empeñada en que no, en que lo podía arreglar", cuenta. El menor fue al salón y marcó el 080 desde el teléfono fijo para alertar a los bomberos. Los efectivos entraron por la ventana del salón y poco antes de las nueve de la noche abrieron la puerta de la cocina con una sierra radial.