El viaducto del río Oulo, en A Cañiza, resultó en la noche del viernes una trampa mortal en la A-52 y segó la vida de un conductor que creía que se estaba poniendo a salvo.

Este viaducto, en el punto kilométrico 274, es el segundo que hay después de la salida del túnel de Folgoso en dirección a Ourense, y sostiene la autovía a unos treinta metros de altura sobre los matorrales, algunas viviendas y el pequeño regato que cruza esa zona de O Barreiro, en la parroquia de Parada de Achas.

Paul Álvarez Pérez, de 41 años de edad, perdió la vida al precipitarse desde el alto del puente al suelo, cuando en realidad creía que evitaba ser arrollado por otro vehículo.

Los hechos ocurrieron en una noche de mal tiempo, con lluvia incesante. Eran las diez cuando, tras frenar, tres coches se salieron de la vía y chocaron contra el murete del puente. El de Paul era el tercero. Se apeó del vehículo, pero en pocos instantes vio venir un cuarto vehículo hacia él, según informaciones de testigos. Para ponerse salvo, saltó la valla, el murete de cemento y un refuerzo de hierro a modo de barandilla, creyendo que estaba en tierra firme y sin percatarse que aquel obstáculo le separaba del vacío. Casi una hora después fue localizado por los equipos de rescate en unos matorrales. Estaba muerto.

El puente salva el desnivel porque en realidad el Oulo es un arroyo de muy poca agua al pie de algunas casas de O Barreiro. Por eso, la localización del cadáver fue relativamente fácil. Un camino vecinal llega hasta el lugar. El viaducto anterior da a una zona mucho más agreste y de difícil acceso.

Hombre activo

Paul Álvarez Pérez había nacido en Venezuela pero vivía en O Carballiño con su madre. En su localidad era un hombre muy activo y conocía las situaciones de riesgo. De hecho colaboró varios años como voluntario de Protección Civil y en brigadas contra incendios de la zona.

El entierro será mañana lunes: Su cuerpo saldrá del tanatorio a las 16:30 horas para dirigirse a la iglesia de Santiago de Partovia, donde tendrá lugar el funeral de cuerpo presente y seguidamente será su inhumación en el cementerio parroquial de Partovia.