La Policía Nacional ha concluido que Miguel López, el yerno de la viuda del expresidente de la Caja del Mediterráneo (CAM), fue quien la mató. Y pese a no existir pruebas de cargo, como el arma o residuos de los disparos, ha aportado al Juzgado hasta 23 indicios que, a su juicio, desvirtúan la presunción de inocencia del acusado.

Señala la Policía en un informe incluido en el sumario que "no valorar como base de imputación la prueba indiciaria conduciría en ocasiones a la impunidad de ciertos delitos cometidos con astucia, caso precisamente en el que nos encontramos". Mientras la defensa de Miguel López considera que no está probada la participación, la Policía señala que el crimen sólo puede ser entendido de forma racional y lógica con la participación directa del yerno.

Según las investigaciones, la víctima, una mujer de 72 años que había ido al establecimiento de automoción que regenta su yerno a recoger su coche, pudo ver la cara de su asesino.