La muerte de 33 internos en una prisión del norte de Brasil agravó la crisis carcelaria que vive el país, donde hubo al menos 95 asesinatos en presidios en los primeros seis días del año. La nueva masacre fue en una cárcel de Boa Vista en un supuesto ajuste de cuentas interno entre integrantes de la facción Primer Comando de la Capital (PCC), la mayor de Brasil.