Un pontevedrés de 48 años fue detenido por agentes de la Policía Local tras irrumpir en la vivienda en la que se encontraba su expareja disfrutando con unos amigos de una fiesta de Fin de Año, donde intentó agredirla en dos ocasiones, además de destrozar parte del mobiliario. La víctima tuvo que refugiarse en una habitación para protegerse de él.