Un policía estadounidense falleció el domingo tras ser tiroteado en su coche patrulla en la ciudad de San Antonio, ubicada en el estado de Texas. El agente, identificado como Benjamin Marconi, de 50 años, se encontraba dentro del vehículo frente a una comisaría cuando un hombre se acercó al coche y abrió fuego contra él. El sospechoso es un hombre afroamericano de entre 20 y 30 años de edad que se fugó en un vehículo negro con las lunas tintadas.