Y al quinto día de la semana, llegó el desastre. El diluvio se apoderó durante todo el día de ayer de varias localidades de la provincia de Pontevedra, donde las incidencias se contaron por decenas en cada municipio. Desprendimientos, cortes de calles y sobre todo agua, mucha agua, fue el balance de la jornada más abundante en lluvias de toda la semana y una de las mayores del año. Las lluvias, que provocaron inundaciones en zonas como Redondela (muy pocas veces vistas), donde se anegaron locales comerciales y viviendas debido al desbordamiento del río Maceiras, fueron especialmente fuertes en el sur de la Comunidad: hasta 154,8 litros por metro cuadrado en Fornelos de Montes (la máxima de toda Galicia) y 124,6 en la zona del campus de Vigo.

Las más de 20 horas continuas de lluvia provocaron en total 171 incidencias en toda Galicia, siendo las más recurrentes los desprendimientos que han afectado a las calzadas. Una de las más graves sin duda fue la que tuvo lugar en Vigo: Cuatro personas resultaron heridas y dos fueron hospitalizadas tras la caída de un muro de unos tres metros y medio de alto en la calle Severino Cobas. Tal fue la contundencia del suceso que dos personas quedaron atrapadas en el interior de su vehículo y fue necesaria la intervención de los Bomberos de Vigo, Protección Civil y Policía Local.

Mientras, en Redondela el desbordamiento del río Maceiras a su paso por la zona de Salgueiral y Ernestina Otero inundó varias calles (como la céntrica Pai Crespo) y anegó locales comerciales y viviendas, obligando a los vecinos a instalar sacos en sus puertas y a achicar agua mediante cubos. Los vecinos, poco acostumbrados a este tipo de sucesos, coparon las redes sociales de fotografías, mientras la Policía Local y los demás medios del Concello se afanaban en intentar controlar la situación. De hecho, la N-550, a su paso por el casco urbano, estuvo cerrada desde las 14.30 horas debido al agua acumulada en las calles.

El Corredor, cortado

Mientras, en el Morrazo un nuevo desprendimiento de piedra y tierra obligó a cortar parte del Corredor do Morrazo desde ayer las 20.00 horas en el acceso a esta carretera desde la rotonda de Domaio que conecta con el Puente de Rande y, por ende, con Vigo. La gravedad del derrumbe hacía imposible establecer al cierre de esta edición una posible hora para la reapertura del tráfico en la zona, convirtiéndose esta en la principal consecuencia del temporal de lluvia en la zona. Eso sí, un vecino de Bueu también tuvo que ser auxiliado en la isla de Ons. El hombre no podía abandonar la isla al impedir el mal tiempo la salida del barco de pasaje a Bueu y necesitaba una medicación por una dolencia cardíaca, por lo que fue auxiliado por una patrullera de la Guardia Civil.

Además, la red de carreteras autonómicas registró 26 incidencias. En Pontevedra, de hecho, un desprendimiento dejó a una veintena de coches parados en la PO-10, en el enlace con la PO-11, debido a que la vía está ocupada por tierra, piedras y árboles. Aunque fueron los corrimientos de tierras los que protagonizaron las actuaciones más graves: acabaron inundando de lodo una vivienda en Poio o cortando carreteras, como ocurrió con el vial que une los concellos de Ponte Caldelas y Soutomaior.

Sin embargo, el peor problema en carretera se registró en Ourense: 27 personas atendidas, 20 de ellas trasladadas en ambulancia a los centros sanitarios de referencia y dos mujeres jóvenes y hermanas resultaron heridas de consideración, en especial una de ellas, con un trauma abdominal, tras un aparatoso accidente en cadena en la A-52 con unos 40 vehículos afectados. El choque colectivo ocurrió a las 20.45 horas.

En Ribadumia, por su parte, se inundó el club de piragüismo por la crecida del río Umia, y en Caldas de Reis, el desbordamiento del Agra obligó al corte de la carretera que une Portas con el lugar de Arcos de Condesa.

Más lluvias y alerta naranja

En lo que respecta al tiempo hoy y los próximos días, Meteogalicia advierte que las lluvias continuarán y que llegará un frente frío durante la tarde. Las temperaturas quedarán sin cambios significativos y el viento soplará fuerte del sudoeste, con rachas muy fuertes en el litoral y zonas altas.

Mientras, el domingo las lluvias continuarán "aunque no serán tan abundantes como los días anteriores", asegura la predictora Ana Lage. Sin embargo, este día estará marcado por la entrada de aire polar, lo que supondrá una bajada de la cota de nieve hasta los 500 metros e incluso a 400 metros por la tarde. En determinadas zonas los chubascos pueden ser de granizo, y las temperaturas sufrirán un descenso acusado durante esa jornada.

El lunes persiste la inestabilidad atmosférica y se esperan cielos con intervalos nublados y chubascos y parece ser que por fin el martes podría llegar una "relativa calma", sin lluvias. La situación en el mar también será muy complicada a partir de esta tarde en todo el litoral y la alerta naranja ha sido activada.