Al menos tres personas murieron y nueve resultaron heridas en un tiroteo perpetrado por un hombre armado que se atrincheró durante más de cinco horas en un centro de planificación familiar de Planned Parenthood, con clínica de abortos, en Colorado Springs (Colorado). Los fallecidos son dos civiles y uno de los primeros agentes en llegar al lugar de los hechos, el policía Garrett Swasey, de 44 años. El presidente de EE UU, Barack Obama, volvió ayer a pedir que se limite el acceso a las armas tras el suceso. "Esto no es normal. No podemos dejar que se convierta en normal", afirmó en un comunicado difundido por la Casa Blanca.

El agresor, de 57 años e identificado como Robert Lewis Dear, permanece en custodia policial después de mantener en vilo el viernes a todo el país al atrincherarse armado con un rifle de asalto en el centro de planificación familiar de Colorado. Se trata de un hombre blanco, de pelo canoso y barba blanca, según la foto divulgada por la Policía. Además de las tres personas fallecidas, otros cuatro civiles y cinco policías resultaron heridos de bala pero sus vidas no corren peligro, informó la portavoz de la Policía Local Catherine Buckley.

El suceso se tradujo en una escena caótica en la que los policías intercambiaban fuego con el detenido, mientras iban evacuando a las personas que habían quedado atrapadas en el centro. Al lugar acudieron también artificieros, que registraron las instalaciones de la clínica y el vehículo del agresor, situado en el aparcamiento del centro, en busca de posibles explosivos.

Los agentes que acudieron al lugar evacuaron a las personas atrapadas en el centro, la mayoría de ellas mujeres. Planned Parenthood desconoce si su centro en Colorado Spring era un objetivo pero aseguró, en un comunicado, que seguirá proporcionando servicios reproductivos a pesar de "los extremismos que están creando un ambiente envenenado que alimenta el terrorismo doméstico" en el país.