"Solo siento no haberla matado", aseguró el octogenario que apuñaló a su expareja en la puerta de un supermercado y que también agredió al guardia civil retirado que salió en su defensa en Morales del Vino (Zamora). El agente, que camina con muletas, recibió varias cuchilladas, una de ellas grave.