Una mujer de 83 años murió debido a un golpe de calor después de que ingresara en el Hospital de San Juan de Alicante con una temperatura de más de 40 grados y en estado comatoso, dos de las características más comunes en estos casos en personas de edad avanzada. La fallecida era enferma crónica y pluripatológica, lo que aumenta el riesgo de sufrir estos sofocos. En Ciudad Real, un agricultor está hospitalizado en estado grave por el mismo motivo.