Hoy se cumplen veintidós días sin noticias de Jaime Carrera Cortegoso, un empresario del sector agropecuario natural del municipio pontevedrés de Gondomar de 68 años, emigrado en Venezuela desde hace medio siglo. Solo está confirmado por el momento que fue secuestrado el pasado día 3 de junio a las puertas de su granja avícola, Riveicar, junto con dos de sus empleados, de nacionalidad venezolana. Un grupo de hombres armados se los llevó a los tres y sus familias, desesperadas por la incertidumbre, desconocen si continúan vivos.
El rapto se produjo a las siete de la mañana en las proximidades del acceso a una de las explotaciones de cría de pollos que Jaime Carrera posee en sociedad con su familia en la población de San Sebastián de los Reyes, capital del municipio de San Sebastián, un ayuntamiento situado en la zona interior del estado de Aragua, al norte del país, a orillas del Mar Caribe.
El empresario gallego y los dos trabajadores fueron asaltados por parte de un grupo de personas armadas que los esperaban al entrar en la explotación. Así lo denunció la familia del gondomareño ante las fuerzas de seguridad de su localidad. La policía venezolana se encarga de la investigación para dar con su paradero, cuestión que se plantea complicada ante la falta de señales por parte de los supuestos secuestradores.
Al parecer, la banda de raptores se habría puesto en comunicación con los allegados de la víctima horas después de retenerlo ilegalmente. Según pudo saber este diario, habrían exigido un rescate, pero los familiares de Jaime Carrera no han vuelto a obtener más información acerca de su estado desde entonces.
Embajada española
Fuentes próximas al caso aseguran que los parientes y amigos del gondomareño han puesto el suceso en conocimiento de la Embajada Española en Caracas, aunque por el momento tampoco son conocedores de las gestiones que el Gobierno central ha realizado al respecto.
La incertidumbre y desesperación del entorno más próximo de Jaime Carrera crece a medida que pasan los días sin noticias de la víctima, aunque confían en que continúe con vida y en que las pesquisas de los agentes del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) del gobierno bolivariano, que habitualmente se ocupa de este tipo de casos, logren encontrarlo. Temen por la seguridad de los demás miembros de la familia debido a la inseguridad y los altos índices de delincuencia que presenta el país.
Móvil económico
Parece claro que el móvil del rapto es económico al reclamar los delincuentes el rescate, pero el entorno de Jaime Carrera desconoce si existieron amenazas por parte de alguna organización extorsionadora con anterioridad. Lo cierto es que el empresario, propietario de varias granjas con su hermana y su cuñado en la zona, podría resultar una víctima tentadora para este tipo de bandas por su situación económica.
Como todos los miembros de su familia, Jaime Carrera es un hombre "hecho a sí mismo". Emigró con apenas veinte años a Venezuela para trabajar con su hermana y su cuñado en las primeras empresas del sector agropecuario que ellos fundaron en el país y que se fueron ampliando con nuevas plantas en localidades próximas.
