Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Preocupación en la diáspora gallega

En el Centro Gallego de Frankfurt, que opera como bar durante la semana, siguen las noticias del siniestro "pendientes" del destino de conocidos

Aunque en Düsseldorf los gallegos no se animaron a dejar su impronta en forma de Casa de Galicia o centro gallego, sí lo hicieron en localidades como Bonn o Troisforf, relativamente próximas, al destino del avión procedente de Barcelona y en cuyo fatídico siniestro fallecieron 150 personas. Un poco más lejos está Frankfurt, pero si los kilómetros ponen tierra de por medio no ocurre lo mismo con los sentimientos de desazón que ha provocado el accidente o con la preocupación por las posibles víctimas.

Así, en el Centro Cultural Gallego de Frankfurt, que durante los fines de semana se reviste de objetivos que apuntan más a salvaguardar la tradición de la diáspora, durante la semana funciona como un bar, la televisión ha cobrado protagonismo durante estas últimas jornadas desde que trascendió la noticia.

Lo reconoce Xosé María Vilán, pontevedrés de Arcade de 36 años que lleva año y medio como camarero, no solo de sus compatriotas, sino también de clientes con los que se ve obligado a practicar el alemán que está aprendiendo. "Estamos siguiendo el tema desde que ocurrió", señala a este diario. "En el bar estamos bastante pendientes porque cogemos la Televisión Española. Porque aquí se ve el canal español", explica.

Motivos de inquietud no les faltan. Vilán, que acabó en el país germano "a la aventura" después de que un compañero se lo recomendase, aunque ahora no le saque partido a su título de FPII en Automoción, cuenta cómo han estado "pendientes" de lo ocurrido, por si en el avión siniestrado viajaba alguno de los trabajadores de Zara a los que conocen. "Porque cuando vienen aquí, siempre vienen al Centro Gallego", explica.

Pero no solo los que se reúnen en la sala del centro siguen con atención lo que pasa en los Alpes franceses, atentos a cualquier novedad, Vilán dice que cuando está en casa, y no empieza su jornada laboral hasta las cinco de la tarde, le echa un ojo a las noticias, aunque esta vez tenga que conformarse con la televisión alemana. Sí es cierto, dice, que se enteró en el Centro Gallego, tomándose un café por la mañana, y que la reacción, tanto la suya como la de otros clientes, era de extrema "sorpresa". "No dábamos crédito a lo que acontecía", recalca.

Añade que el hecho de que, aparte de los conocidos que trabajaban en la multinacional textil que podrían haber estado embarcados, el que en el avión viajaran tantos españoles y muchos jóvenes generó "preocupación". "Tratamos con muchas personas, muchos pasan por aquí, por lo que estábamos preocupados", subraya.

De hecho, el Centro Cultural Gallego de Frankfurt, al que muchos emigrantes gallegos acuden con la sensación de "volver a casa", publicó en su página de facebook ya anteayer por la noche, ubicándolo como fotografía de portada, su más sentido pésame a los familiares y amigos de las víctimas del siniestro del vuelo de Germanwings. Vilán no conoce a la compañía protagonista del desgraciado suceso; reconoce que la opción que emplea para sus desplazamientos es otra línea de bajo coste.

Compartir el artículo

stats