Un amor de padre desmesurado. La Audiencia de A Coruña celebrará este jueves el juicio contra un funcionario de carrera con destino en el IES de Arzúa por, presuntamente, haber modificado a través de una aplicación informática de la Consellería de Educación las calificaciones de su hijo para aparentar que había aprobado el Bachillerato y que pudiese solicitar plaza en ciclos formativos de grado superior. El Ministerio público lo acusa de un delito continuado de falsedad en documento oficial cometido por funcionario público en el ejercicio de sus funciones, por lo que pide que sea condenado a cinco años de prisión y a pagar una multa de 5.400 euros, así como a la inhabilitación para el ejercicio de funciones públicas por seis años.

Entre mayo y junio de 2010, según el escrito de calificación, el sospechoso cambió las notas de su hijo, que había repetido por segunda vez Primero de Bachillerato y lo había suspendido. Así, en la documentación oficial constaba que había aprobado el Bachillerato con una media de un 6,5. El joven se apuntó a un ciclo formativo, pero lo abandonó en febrero de 2011.

Para cometer el delito del que se le acusa, y siempre según según el citado escrito del fiscal, J.C.M.P. se valió de una clave de acceso que le habían asignado por su condición de empleado público para modificar a través de internet la aplicación informática XADE (Xestión Académica das Ensinanzas) -empleada por la Consellería de Educación para el registro y gestión de los datos relativos a las calificaciones de los alumnos de enseñanza pública- las puntuaciones correspondientes a su hijo. "Aparentando con ello haber superado el primero y segundo de bachillerato en aquella fecha y estar en condiciones de obtener el título de bachiller". El objetivo de variar estos datos era optar a la admisión en ciclos formativos de primer curso de grado superior "a pesar de no haber superado ninguno de los cursos de bachillerato".

Además de cambiar las calificaciones, el acusado, supuestamente y también a través de la citada aplicación, "confeccionó y expidió dos certificaciones académicas de fechas 7 de mayo y 21 de junio de 2010 en la que se hacía constar que la Secretaría del IES certificaba las calificaciones consignadas por el acusado para los dos cursos de bachillerato indicados", incluso que había abonado las tasas para la expedición del título de Bachillerato con una nota de 6,5. Y por último logró otra certificación con la finalidad que su hijo pudiera matricularse en el ciclo de FP "Animación de Actividades Físicas y Deportivas".