Luis Ramiro Martíns Mendoza, uno de los atracadores más violentos de Vigo junto a su hermano menor El Peque -este último condenado por el asesinato del guardia civil de A Cañiza-, volvió ayer al banquillo. Y lo hizo acusado de estar al frente de una banda que supuestamente perpetró tres atracos bancarios y lo intentó en otras tres sucursales, todas ellas de Caixabank -anteriormente La Caixa- y en un período de apenas medio año. Unos meses en los que, además, supuestamente fueron vistos rondando otras entidades en las que no llegaron a entrar. La vista se celebró en el Juzgado de lo Penal 3 de Vigo y, junto al histórico asaltante, de 52 años, comparecieron como imputados su compañera sentimental, Adeane C.S., brasileña de 28 años; su hija Naomí M.F., de 20; y el marido de ésta, Jacobo M.J., de 26, así como Crisanto Laureano, B.F., de 55 años. Todos negaron la autoría de los atracos. "En aquella época cobraba 450 euros de paro y ayudaba a mi yerno en la recogida de chatarra", alegó Luis Ramiro acerca de cuáles eran entonces sus medios de vida.

El Ministerio Público formula acusación por un delito de integración en grupo criminal -que atribuye a los cinco imputados- y otros seis delitos de robo con intimidación, tres de ellos en grado de tentativa. Martíns Mendoza, en la actualidad en prisión provisional y cuyos antecedentes constan cancelados, es el único que está acusado por todos ellos y afronta una petición de 18 años y 9 meses de cárcel. Crisanto Laureano, el único al que se aplica la agravante de reincidencia y que también permanece encarcelado, se enfrenta a 4 años y 10 meses de prisión, mientras que la solicitud para la novia de Luis Ramiro es de dos años y 11 meses. La hija del histórico atracador afronta dos años y un mes de cárcel, mientras que el marido de ésta tiene una petición de 4 años. Además de estas penas y del comiso del Audi A-3 utilizado en varios robos, la fiscal demanda que el principal imputado indemnice a Caixabank con 104.375 euros, botín logrado en los tres robos que se lograron perpetrar.

Vigilancias previas

La Fiscalía sostiene que Martíns Mendoza y su novia "planearon" atracos para los que realizaron "vigilancias previas" y "controles" y en los que los otros tres acusados "colaboraron activamente". Los seis asaltos que se atribuyen a la banda sucedieron entre agosto de 2012 y enero de 2013, todos al filo de las dos de la tarde, y siempre con la cara tapada y exhibiendo "lo que aparentaban ser pistolas". Luis Ramiro habría participado en todos: en cuatro de ellos con individuos que no pudieron ser identificados y que son los que se relatan a continuación en primer lugar.

Así, el primero fue el 2 de agosto de 2012 en una sucursal de Travesía de Vigo, donde no se llegó a obtener botín al huir los atracadores ya que una persona que estaba en el cajero pudo escapar; el segundo fue el 4 de septiembre en Ramón Nieto, donde robaron 38.990 euros de la caja fuerte de la entidad; en el tercero, el 16 de noviembre en Fragoso, el botín se redujo a 325 euros; mientras que en el siguiente, el día 28 de ese mes en Porriño, lo sustraído sumó 65.010 euros.

El quinto golpe se llevó a cabo en A Coruña el 14 de diciembre. En este caso, Martíns Mendoza estaba acompañado presuntamente de Crisanto, pero se fueron sin botín al ver que una cliente desde fuera daba voces de alarma, para lo cual huyeron en un Audi A-3 al volante del cual iba supuestamente Jacobo. Y el 10 de enero ya de 2013 los cinco acusados fueron según la fiscal a Poio en el citado vehículo, que detuvieron cerca de una sucursal. Pero la Policía Nacional, que les seguía la pista, estableció un operativo que derivó en el arresto de todos antes de que entraran en la entidad.

Frente a la petición de la Fiscalía, la defensa pidió la libre absolución y demandó además la nulidad de los pinchazos telefónicos y de todas las pruebas que se derivan de los mismos, al estimar que estas intervenciones no estaban "justificadas", ya que había otros "medios alternativos" de investigación como "seguimientos o controles". Los acusados, en los interrogatorios, sólo respondieron a su abogado y negaron la autoría. Martíns Mendoza explicó que en aquella época cobraba "450 euros" del paro y que ayudaba a su yerno a recoger chatarra, justificando por esta labor su presencia en lugares en los que, como Redondela, habría sido visto por la Policía en las proximidades de entidades. Sobre su presencia con su novia el 31 de diciembre de 2012 en A Coruña, donde también lo vieron cerca de un banco, alegó que ésta se dedicaba a la prostitución y que la acompañó a esa ciudad ya que ella tenía una cita con un cliente. Con respecto a una pistola Taser hallada en un registro domiciliario, esta mujer dijo que la solía llevar ella cuando iba de noche a hacer servicios "como medio de protección".