Las declaraciones de los 18 acusados de difundir un vídeo de contenido sexual grabado por una joven de Ordes en el año 2005 ocuparon ayer la primera jornada del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial y que se prolongará hasta el jueves. J.M.B, que se enfrenta a una pena de ocho años de cárcel solicitada por la Fiscalía y de diez por la acusación particular, negó haber obtenido la grabación mientras reparaba el ordenador de la víctima en septiembre de 2004 y argumentó que lo había bajado el año siguiente de un chat, al que según él se podía "acceder fácilmente".

Este joven, que trabajaba en una tienda de informática, explicó que ni siquiera llegó a encender el ordenador, en el que la propietaria había arrastrado la grabación a la papelera pero no la había eliminado. Este acusado destacó que había rumores de la existencia del vídeo desde 2004 y que proporcionó una copia a unos amigos en junio de 2005. A partir de ahí se realizaron sucesivas copias realizadas por amigos y conocidos, para quienes se piden condenas de dos años y un mes de prisión, hasta que se presentó la denuncia. Para uno de ellos se piden seis meses más por haber facilitado el vídeo a dos menores de edad.

En la distribución del vídeo jugó un papel decisivo un joven al que se acusa de haber vendido a cinco euros copias en CD en la piscina municipal, por lo que se solicitan para él cinco años y seis meses de prisión, aunque él atribuyó esa acusación a "rumores" que circulaban por Ordes. Fueron varios los acusados que hicieron referencia a ese aspecto para justificar que visionaron y divulgaron el vídeo porque creyeron que no era ilegal.

Otro factor que propagó la grabación de forma notable fue su exhibición en el local de Protección Civil. Entre los asistentes estaba el presidente de la agrupación de voluntarios y amigo del padre de la víctima, quien reconoció que hizo una copia para llevársela pero que no fue capaz de comentárselo porque la situación era "muy embarazosa".