Los cuatro hombres que atracaron una joyería de A Coruña en 2010 consiguieron huir con 42 relojes valorados en 147.215 euros sin ser identificados por la policía. Pero meses más tarde, según sospecha el 091, la banda, que opera en España, Portugal y Francia, regresó a la ciudad. Su objetivo fue otra joyería, pero el atraco fue frustrado porque el vigilante apresó a uno de los asaltantes. El resto, huyó sin botín.

En cuanto la Policía arrestó a Nelson Somariva, brasileño residente en Lisboa, comprobó que su ADN coincidía con el hallado en prendas de ropa que los ladrones de la otra joyería arrojaron por la calle. Por ello, fue acusado y sentenciado a 11 años y 5 meses de cárcel por un asalto y ahora a 4 años y 4 meses por el otro. En el segundo robo usó pistola y el tribunal lo consideró culpable de intento de homicidio.