Tres años y medio de prisión y el pago de 13.500 euros de multa. Esta es la condena que solicitó ayer la Fiscalía para el administrador y un encargado de una empresa de trabajos verticales por un accidente laboral que le costó la vida a un trabajador en diciembre de 2008 en un edificio de la calle Torrecedeira de Vigo. El operario, de 37 años y nacionalidad portuguesa, estaba colgado de un arnés en la fachada colocando grapas para una tubería cuando se precipitó al patio de luces desde un séptimo piso. No se había colocado la cuerda de seguridad, lo que desencadenó el fatal desenlace.

La vista se celebró en el Juzgado de lo Penal número 3 de Vigo. La acusación pública imputa a los acusados un presunto delito contra los derechos de los trabajadores y otro de homicidio imprudente y, además de las penas de cárcel y multa, demanda para la que era pareja del trabajador, para su hija pequeña y para su madre indemnizaciones que suman 217.000 euros. La defensa, mientras, solicita una condena menor al calificar el primer delito como imprudencia leve y el de homicidio como una falta. También demanda que la responsabilidad civil sea menos, al considerar que hubo una concurrencia de culpas: reconoce que hubo una infracción en el deber de vigilancia por parte de la empresa –por la que ya fue sancionada– pero añade que el obrero debió de ponerse esa cuerda.

El siniestro ocurrió el 10 de diciembre de 2008, en torno a las once de la mañana. El juzgado abrió una investigación que ayer acabó en juicio.