Ramiro Villaverde ingresó ayer en la cárcel coruñesa de Teixeiro imputado por un supuesto delito de asesinato por la desaparición hace quince años de la compostelana María José Arcos. Así lo decidió el titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Ribeira, que dictó auto de prisión provisional sin fianza para el cámara de televisión y ex pareja de la víctima pese a que el fiscal pidió su libertad sin fianza. El magistrado adoptó esta medida, según fuentes cercanas al caso, por las "contradicciones" en las que el detenido habría incurrido sobre lo ocurrido aquellos días de agosto de 1996 cuando no se volvió a saber nada de la mujer, corroboradas al parecer por testigos, y también en base a que habría dado por probado que María José le prestó un millón de pesetas meses antes de desaparecer sin que este dinero le fuera devuelto, algo que él siempre negó y que la familia de ella considera clave al sostener que pudo ser el "desencadenante" de lo ocurrido ya que la mujer le reclamaba esa cantidad. Tras la decisión del juez, el abogado de la acusación particular, que interesó prisión, apeló a la "prudencia" ya que esta fase del procedimiento acaba de empezar y queda "un largo camino". La defensa pidió respeto a la presunción de inocencia de su cliente.

En medio de una gran expectación mediática, Ramiro Villaverde llegaba a los juzgados de Ribeira a primera hora de la mañana con gesto cansado: cinco horas después, pasadas las dos de la tarde, se conocía la decisión judicial de su encarcelamiento, que se hizo efectiva por la tarde. El imputado, igual que había hecho con la Guardia Civil, se negó a prestar declaración ante el juez acogiéndose a su derecho amparado en la Ley de Enjuiciamiento Criminal. También se negó, según informa Efe, a que se le practicara la prueba del ADN con una muestra de su saliva: hizo lo mismo en la Comandancia de la Benemérita de A Coruña.

Desde su arresto el martes, el detenido acompañó a la Guardia Civil a los registros que se hicieron en su vivienda en Teo (Santiago), así como en su casa natal en la localidad pontevedresa de Cotobade. Ayer trascendía que en el atestado remitido por la Guardia Civil, según informaron fuentes cercanas al caso, se hace hincapié en que durante esos registros –fundamentalmente en el de Compostela– se habrían hallado numerosos recortes de prensa que hacen referencia a la desaparición de María José Arcos. Además, fueron presuntamente intervenidos decenas de sprays paralizantes, unos grilletes, abundante munición, entre ella cartuchos, y una pistola inutilizada –el detenido es aficionado a la caza y tiene licencia de armas–.

La medida de prisión adoptada por el magistrado fue la que interesó el abogado de la acusación particular, Evaristo Nogueira. "Estamos contentos con la decisión del juez y aunque no comparto la del fiscal de pedir la libertad, la respeto", dijo este letrado, que en todo caso insistió en pedir prudencia. "Estamos satisfechos, pero esto no significa nada; ha empezado una nueva fase, el procedimiento penal es largo y puede dar mil vueltas: queda un largo camino por recorrer y espero que acabe en un juicio oral", valoró, "consciente" de la complejidad de un asunto por presunto asesinato en el que no hay "cuerpo". La Benemérita solicitó una búsqueda en las propiedades del detenido con medios técnicos adecuados –georradar–, algo que debe acordar el juez.

También habló ayer el abogado defensor, Iván Núñez, que recurrirá el auto de prisión. Hizo declaraciones a las puertas de los juzgados para demandar un "escrupuloso respeto" a la presunción de inocencia del detenido. Este letrado recordó que su cliente tuvo durante quince años la condición de testigo en este proceso, y ahora pasó a la de imputado "sin que haya habido más pruebas objetivas o indiciarias".