Tres forenses del Instituto de Medicina Legal de Santiago procederán hoy a la exhumación del cadáver del armador de Cangas Manuel Joaquín Núñez Fontán en busca de ADN para comprobar si es el padre de una mujer que reclama parte de su herencia.

Los forenses tendrán que extraer muestras de piezas dentales y el fémur completamente limpio del fallecido, todo bajo la atenta mirada de la secretaria del juzgado número 2 de Cangas, que fue el que recibió el exhorto de la Audiencia Provincial Pontevedra donde se dirime la demanda de filiación presentada por Aurea Isabel Rodas Boubeta a través del bufete Olivares Mozo.

En primera instancia, la titular del juzgado número 1 de Cangas le otorgó la razón. La sentencia es de 2009, cuando aún vivían Manuel Núñez Fontán y su mujer, con la que no tuvo hijos. El fallo señala que pese a que no existen pruebas biológicas porque el demandando se negó a realizar la prueba de paternidad alegando razones de salud, hay otras que ponen de manifiesto su paternidad. La jueza no entiende porqué se negó a la prueba biológica si piensa que Aurea Isabel Rodas, en su demanda, solo quiere lucrarse. En la sentencia resultan fundamentales las contradicciones del demandado. "Así, por un lado manifestó no conocer ni haber visto nunca a la denunciante ni a sus hijos y, por otra, afirmó estar dolido por el hecho de que estos no lo fueran a visitar al hospital cuando en el 2005 se operó de corazón". También considera importante la juez la declaración que realizó en vida el fallecido en la que señala que su madre atendió a la niña cuando padeció una enfermedad que también él había tenido de joven. Cabe recordar que el armador apeló ante la Audiencia y falleció antes de que se resolviera.