Un año de cárcel. Esta es la condena a la que se enfrentan cuatro amigos que ayer compartieron banquillo de los acusados. El fiscal les imputa un delito de falso testimonio al considerar que mintieron en un juicio celebrado hace dos años en Vigo en relación con una imprudencia en la carretera: los jóvenes señalaban que iban a velocidad adecuada –50 o 60 kilómetros por hora– pero la Policía concluyó que circulaban a más de 100 km/h. Aquella vista acabó con el conductor condenado y con este joven y sus tres amigos imputados en una nueva causa por mentir supuestamente para evitar el castigo y conseguir una sentencia absolutoria.

Los hechos iniciales se remontan a febrero de 2009, cuando el vehículo en el que circulaban los cuatro compañeros fue sorprendido en la avenida de Samil de la ciudad olívica a una velocidad excesiva. Por esta imprudencia se celebró un juicio meses después que concluyó con la condena del piloto. Pero el proceso no acabó aquí, porque el juez estimó que los jóvenes habían prestado falso testimonio para librarse de la pena, lo que ha derivado en la vista oral que tuvo lugar ayer en el Juzgado de lo Penal número 1 de Vigo.

El fiscal mantuvo su petición de un año de cárcel al finalizar el juicio. "Se probó que iban a una velocidad de más de 50 kilómetros por hora; faltaron a la verdad con clara animosidad e interés de conseguir una sentencia absolutoria que finalmente no lograron", afirmó.

Mientras, las defensas demandan la libre absolución. Señalaron que en el juicio de ayer nadie contradijo la versión de los jóvenes –no se citó a los agentes que intervinieron en aquel siniestro–. "No se probó que el conductor hablase con ellos [con los que iban con él en el coche] ni que quisiera influir en su declaración", concluyeron los abogados.