Vendía billetes de avión a Colombia en cómodos plazos a lo largo del año, pero cuando llegaba el momento del viaje y su cliente iba a pedirle el localizador dejaba de contestar al teléfono. El estafado había desembolsado más de 700 euros que ingresaba en una cuenta corriente a nombre de una mujer, al parecer la ex pareja del estafador, que le garantizaría así el pago de la pensión.

La vista oral de uno de estos casos, y no era el primero para el acusado, se celebró ayer en el Juzgado de Penal 1 de Vigo. El madrileño Antonio Magro se confesó autor de la estafa y aceptó 7 meses de prisión, el pago de las costas y la indemnización de 650 euros, con sus intereses, a una de la víctimas. Su abogada pidió la suspensión del ingreso en la cárcel y la fiscal no se opuso.

La víctima, que al alcanzarse la conformidad no tuvo que declarar, explicó en los pasillos del juzgado que conoció al acusado a través de unos amigos en una ocasión en la que se desplazó desde Vigo a Madrid para solucionar unos temas en el consulado de Colombia, de donde es natural. Antonio Magro la acompañó a una agencia de viajes, en la que se le tramitaría el billete de avión a plazos para viajar a su país en Navidad con motivo de la boda de una sobrina. Le hizo el primer pago, un depósito de 150 euros, en mano. Cobró en mano un depósito de 150 euros. El resto de las cantidades las ingresó en una cuenta corriente que le dio, hasta completar los 750 euros que costaba el pasaje. Una compañera de piso de la víctima también se animó a comprar un pasaje en iguales condiciones. Cuando ambas quisieron viajar dejó de contestarlas al teléfono. El juicio celebrado ayer en Vigo es el segundo, y sus víctimas advierten de que puede haber más casos, aunque no se acumulan, sino que se juzgan cada uno por separado.