La brigada policial de Extranjería tramita la expulsión del territorio nacional de Marcos Antonio da Silva, el joven brasileño condenado a 13 años de cárcel por matar en Vigo tras una noche de copas a la joven Sara Alonso el 18 de septiembre de 2004. Un caso que resulta inusual ya que se encuentra en prisión cumpliendo la pena, según explica a FARO de VIGO su abogado defensor, Alberto de Salazar. Da Silva, casado con una viguesa, se encuentra en situación irregular en muestro país desde que su mujer se divorció de él tras el crimen, a tenor del expediente de expulsión.

Las distintas alegaciones que su abogado ha presentado no han paralizado los trámites y la resolución de expulsión ha sido dictada ya, si bien se encuentra recurrida. En caso de que también se rechace, la única vía para poder permanecer en España una vez que cumpla su condena será el recurso contencioso administrativo. Y es que la expulsión de Marcos da Silva, en principio, no se hará efectiva hasta que extinga su pena y salga en libertad.

La ex mujer de Da Silva declaró durante el juicio contra su marido, celebrado en la Sección Quinta de la Audiencia con sede en Vigo, que éste le había remitido desde la cárcel cartas en las que le amenazaba "de forma sutil" con hacerla sufrir a ella y a su familia. La mujer, que manifestó estar en proceso de anulación, explicó que había presentado denuncia ante la Policía Nacional por estas cartas y confirmó las contradicciones en las que incurrió su todavía marido sobre la noche en que desapreció Sara Alonso.

El homicida de la joven camarera de As Neves lleva casi seis años en prisión y no se le ha concedido ningún permiso. Uno de los argumentos esgrimidos para denegárselos es el impago de los 60.000 euros de indemnización a la madre de la víctima.

El fiscal solicitaba para Da Silva un total de 30 años de prisión por los delitos de violación y asesinato, pero el tribunal estimó que no se produjo violación, sino que la pareja mantuvo relaciones por mutuo consentimiento en el domicilio de Marcos da Silva, que aprovechó que su esposa estaba de guardia para serle infiel. El acusado sacó el cuerpo de la joven de su casa en un carrito de la compra.