La Policía Nacional analiza nuevos datos sobre el asesinato del jubilado vigués José Guerra, que apareció muerto de dos hachazos en el gallinero de su casa en Cabral. Los agentes contrastan ahora las huellas halladas en el lugar del crimen y tratan de identificar las que aparecieron en distintos puntos de la vivienda. El Juzgado de Instrucción 4 de Vigo mantiene precintada la propiedad, aunque la Policía Científica habría concluido la recogida de muestras, pues ayer no hubo movimiento en la zona.

Aunque el móvil del robo no se ha descartado, dado que la casa apreció completamente revuelta, con armarios vacíos y documentos por el suelo, aún no se ha valorado si los intrusos llegaron a llevarse algo y sus allegados no has sido llamados para verificar qué falta.

La investigación, a la que se han sumado expertos de la Unidad Central de Homicidios de Madrid, se centra en el entorno de la víctima y conlleva el rastreo de llamadas telefónicas y posibles movimientos bancarios para conocer si José Guerra guardaba dinero en su casa.