Dos niños de diez y once años fueron hallados culpables del intento de violación de una pequeña de ocho por el tribunal penal londinense de Old Bailey. No obstante, los menores, que conocerán la sentencia en unas semanas, fueron absueltos del cargo de violación a la víctima en octubre del 2009.

La niña explicó que el suceso tuvo lugar cerca de su domicilio en el oeste de Londres, donde supuestamente los acusados la abordaron, cuando ella jugaba con una amiga, para llevarla a un lugar apartado.

Posteriormente, la madre de la pequeña la encontró, aún con los dos niños, en un campo cercano, después de que otro menor la advirtiera de que estaban haciendo daño a su hija.

La víctima fue trasladada a un hospital al quejarse de dolores abdominales. Los niños negaron los dos cargos de violación y los otros dos de intento de violación. Ambos niños fueron puestos en libertad bajo fianza hasta el día de la sentencia, dentro de unas ocho semanas.

Tras la vista celebrada ayer la fiscal jefe del Servicio de Acusaciones Públicas, Alison Saunders, indicó que las acusaciones de la pequeña de ocho años eran "muy graves" y que la decisión de procesar a los menores no había sido tomada "a la ligera". "(La víctima) dio una versión de los hechos clara y convincente a la policía y ésta fue consistente con las pruebas médicas y con los testimonios dados a la policía por otros testigos", señaló Saunders.

Por su parte, la defensa de los acusados defendió que sus clientes sólo estaban siendo "traviesos" y sostuvieron que los niños habían estado jugando "a médicos y enfermeras".

Según el The Daily Telegraph se trata de los niños más jóvenes condenados en Reino Unido pro este tipo de delitos. El caso despertó dudas sobre el tratamiento de acusados de estas edades en el sistema judicial y el juez manifestó que no está claro si niños tan pequeños pueden ser incluidos en el registro de agresores sexuales.

Durante las dos semanas que duró el juicio, los menores se sentaron con sus madres en la sala y sus abogados no llevaron toga ni peluca.

"Ha sido un caso extremadamente difícil", manifestó el magistrado Justice Saunders al jurado, que condenó a los dos niños por 10 votos a favor y dos en contra.

Según el relato de la fiscal, los hechos ocurrieron en octubre del año pasado cuando los niños abordaron a su víctima, que jugaba con otro menor de 5 años cerca de su casa. Juntos, según la fiscal, la llevaron a varias localizaciones cercanas a donde vivían para encontrar un lugar lo suficientemente aislado "para atacarla".

En los vídeos policiales mostrados a la prensa, la pequeña abrazaba a un oso de peluche mientras contaba lo que había ocurrido. Explicó que le cogieron su patinete, lo tiraron a un arbusto y se negaron a devolvérselo a menos que hiciese lo que le pedían. El juez rechazó la solicitud de la defensa de desestimar el caso después de que la niña admitiese no haber sido del todo sincera acerca de su testimonio y lo dejó en manos del jurado.