La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra acaba de imponer una pena de 15 años de prisión para Juan Ramón González Agrasar, un vecino de Cambados de 24 años de edad, como autor del homicidio de Marcos Muñiz Calviño el pasado 13 de junio de 2007 en el que se conoció como "crimen de la PlayStation". Además, el tribunal establece que deberá indemnizar con 20.000 euros a cada uno de sus padres y con 200.000 al hijo menor de edad del fallecido, ya que su novia estaba embarazada en el momento en el que Marcos Muñiz fue acuchillado.

El tribunal impone así la pena que reclamaba el Ministerio Fiscal y la acusación particular tras escuchar el veredicto de culpabilidad que dictó el jurado popular en este caso, mientras que la defensa solicitaba la menor, la condena mínima por homicidio que es de 10 años.

El fallo considera probado que el 13 de junio de 2007 Juan Ramón González Agrasar reclamó a Marcos Muñiz la devolución de diversos objetos que le había prestado, entre ellos una PlayStation, un reproductor de DVD y un casco. Tal reclamación la realizó el acusado a través de la hermana de la víctima a la que envió diversos mensajes y llamadas de teléfono en los que amenazaba de muerte a Muñiz.

Entre las 16.00 y las 16.30 horas el acusado se desplazó en el vehículo de su hermana, conducido por esta última, al domicilio de la víctima en Bouza do Padrón, Cambados, portando dos cuchillos en el bolsillo delantero de la sudadera que vestía. Una vez en el exterior, Juan Ramón le reclamó a Marcos "la Play y los demás objetos", diciéndole éste que no los tenía, por lo que se inició una pelea entre ambos. Tras un empujón del acusado a la víctima, este respondió golpeándole con un tubo de plástico. En el transcurso de esta trifulca dice el fallo que "Marcos se cayó al suelo de espaldas y Juan Ramón se abalanzó sobre él, quedando el acusado encima de Marcos y, mientras éste sujetaba la cabeza de Juan Ramón para impedir que le mordiera el cuello, el acusado, con la intención de acabar con la vida de Marcos, sacó del bolsillo de la sudadera uno de los dos cuchillos que llevaba y se lo clavó a Marcos en el pecho, alcanzándole el pulmón izquierdo" de tal forma que murió instantes después. El tribunal le impone la pena máxima, entre otros motivos, por que el crimen se "ejecuta en presencia de los familiares más directos de la víctima, madre, hermana menor y novia, que en ese momento se hallaba embarazada de seis o siete meses de Marcos, lo que hace especialmente reprobable el hecho en sí". El fallo tilda de "despropósito" la tesis que introdujo la defensa de que la propia madre de la víctima pudo clavarle el cuchillo accidentalmente.