Las investigaciones por el secuestro que el pasado mes de noviembre sufrió Saray Seone, hija del administrador de astilleros MCíes y directiva de esta misma empresa de Vigo, dieron ayer sus primeros frutos. Tres personas fueron detenidas en Vigo y su área por la Policía Nacional como presuntos autores materiales del rapto de la joven de 36 años. Anoche permanecían en los calabozos de la comisaría viguesa, donde está previsto que a lo largo de la jornada de hoy sean interrogados para ser puestos después a disposición judicial por un presunto delito de detención ilegal. El móvil del secuestro por el que se llegó a pedir un rescate de dos millones de euros podría deberse a motivos familiares.

Efectivos del Grupo Especial de Secuestros de Madrid junto a agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (Udev) de la ciudad olívica, en una investigación dirigida por el Juzgado de Instrucción número 5 de Vigo, practicaron las detenciones durante la jornada de ayer y realizaron registros en los domicilios de los arrestados, cuyas identidades no han trascendido si bien tendrían antecedentes y habrían actuado “por encargo” de personas próximas a la familia de la joven. Los registros, según pudo saber este periódico, se efectuaron por la tarde en viviendas de la calle López Mora y de la zona de Chapela (Redondela): a los mismos acudieron los propios arrestados en medio de un gran despliegue policial.

La Policía Nacional desvinculó desde el principio el secuestro exprés de Saray Seoane de la suspensión de pagos que atravesaba el astillero, y también de las actividades de su ex marido, en prisión preventiva por un alijo de cocaína intervenido en un contenedor del Puerto de Vigo. Las indagaciones, sobre las que la juez instructora decretó el secreto de sumario, se centraron casi desde un principio en el entorno familiar. Y tal como apuntaban estas primeras investigaciones, el móvil del extraño rapto que sufrió Saray Seoane podría estar en algunas diferencias familiares, según confirmaron ayer fuentes conocedoras del caso.

Los hechos se remontan al 26 de noviembre del pasado año. La ejecutiva viguesa y jefa de personal de MCíes fue raptada a primera hora de la mañana por varios encapuchados a las puertas de la oficina del astillero en Fragosiño, cuando se dirigía a trabajar. Fue liberada la madrugada siguiente, casi 24 horas después, en la autovía de O Salnés a la altura de Sanxenxo, donde fue localizada por un conductor que al verla muy desorientada alertó a la Guardia Civil. La joven había estado retenida y maniatada con bridas en un lugar de la zona de O Grove antes de ser abandonada en la carretera por sus captores.

Rescate millonario

Los secuestradores solicitaron una cantidad millonaria para liberar a la mujer: empezaron supuestamente exigiendo dos millones de euros hasta rebajar esta cifra a 500.000. Todo apunta a que los encapuchados llegaron a fijar con la familia un lugar para la entrega del dinero. Los allegados de la víctima avisaron a la Policía y estaba previsto que a ese encuentro acudiera un familiar acompañado por un agente de paisano, pero esta cita nunca llegó a producirse, ya que la fuerte presión policial provocó que los captores liberaran a la mujer sin entrega de dinero de por medio.

Las indagaciones realizadas durante las últimas seis semanas apuntan a que la víctima no conocía a sus secuestradores, tal y como ella habría declarado a los agentes. El secuestro causó gran consternación en MCíes, donde el comité de empresa de la compañía condenó enérgicamente el rapto y lo desvinculó de la situación que atraviesa el astillero vigués. En aquel momento, la empresa estaba en concurso voluntario de acreedores e iba a presentar un expediente de extinción de empleo para sus 77 empleados ante la falta de liquidez.