El ingenio de los traficantes de drogas, grandes o pequeños, se agudiza ante la presión policial. Los plátanos macho elegidos en esta ocasión como camuflaje de la droga que por error de los narcos llegó a una decena de supermercados de Madrid, Plasencia y Cáceres, son junto a otras frutas tropicales uno más de los curiosos escondites para introducir grandes cantidades de droga en España.

Los narcos gallegos, especialistas en transportes marítimos, no dudaron en utilizar latas de conserva de pescado y atún importadas desde Ecuador, partidas de gambas congeladas, y hasta macetas y elementos de cerámica para introducir grandes alijos. El camuflaje más novedoso, sin embargo, fue detectado por la Udyco de Galicia en una operación conjunta con la Policía Judiciaria de Portugal en noviembre de 2008. Casi cinco toneladas de cocaína estaban congeladas en el hielo que cubría una partida de 24 toneladas de pulpo procedente de Venezuela que llegó en el interior de un contenedor frigorífico al puerto de Lisboa. Ocho personas de distintas nacionalidades y lideradas por un colombiano fueron detenidas por aquel alijo.

Cuando se trata de poca cantidad, y especialmente en vuelos aéreos, la droga viaja oculta o impregnada en prendas de vestir, pantalones, plantillas de zapatos o botes cosméticos, como atestiguan las numerosas intervenciones realizadas. La Policía Nacional desmanteló en Vigo y su área un grupo que recibía la droga desde Sudamérica en paquetes postales que contenían fotografías de boda con su correspondiente marco.

Hasta el pasado mes de noviembre la Policía Nacional interceptó 74.184 kilos de hachís, 14.773 de cocaína, 119 de heroína, 71.623 gramos de speed y casi 5.000 dosis de LSD.

Los pequeños traficantes tienen predilección por los objetos infantiles y se aprovechan de su apariencia inocente para intentar pasar desapercibidos. Así, se ha encontrado droga en pañales, muñecos de peluche o ajuar de bebés. Un rosario, una imagen del Sagrado Corazón, la escayola de una pierna falsamente rota, muletas, o tablas de windsurf son algunos de los objetos intervenidos por las fuerzas antidroga en los últimos meses.

La lista de los productos de alimentación utilizados para ocultar droga e introducirla en España es muy amplia, desde sobres de sopa hasta judías pintas, pasando por botes de cacao y café, latas de atún, espárragos, dulces caseros e incluso en fechas navideñas en las tabletas de turrón o en paquetes de falsos regalos.